El presidente no pudo festejar del todo este miércoles. Los diputados le ratificaron el veto al aumento jubilatorio pero el Instituto de Estadística y Censos (Indec) informó que el índice de precios al consumidor (IPC) del mes pasado fue del 4,2%, por encima del 4% de julio, sin lograr perforar ese piso desde enero de 2022, pese a la motosierra al gasto público y a la emisión monetaria.
La inflación interanual, que había alcanzado el 289% en abril, ahora descendió al 236,7%. En lo que va de 2024 acumula un 94,8%.
Alimentos y bebidas no alcohólicas aportó la mayor incidencia sobre la variación mensual en todas las regiones del país, excepto en el Gran Buenos Aires, donde lideró el rubro Transporte
Los rubros que más aumentaron fueron los de vivienda, agua, luz, educación y transporte. Dentro de los alimentos, que subieron 3,6%, se encarecieron más la papa (39%) y la batata (24%).
La inflación núcleo, la que corre por fuera de esas subas puntuales y las variaciones de estación, se resiste a ceder: creció 4,1%. En parte tiene que ver con la inercia inflacionaria por un lado y por otro por un tipo de cambio oficial que sube al 2% y con la falta de dólares que empuja las expectativas al alza.
No es un gran número. Después que la inflación bajó fuerte, desde el 25% de diciembre, quedó en torno al 4%.