Futuro, consensos y ruptura

El País 08 de noviembre de 2023
IMG_8391

En Argentina, una semana es un año. Después del impactante triunfo de Sergio Massa en las elecciones del 22 de octubre, la euforia en el oficialismo comenzó a ceder frente a otros sentimientos más ligados a la incertidumbre.

Hasta que se secaron los surtidores, Massa había desplegado una campaña prolija y ordenada, con método y, sobre todo, resultados: llegar a 37% como candidato de un oficialismo repleto de malas noticias es una medalla todavía abstracta porque falta el round final del 19 de noviembre.

Cualquier elección, pero sobre todo un balotaje, se define más por los errores del otro que por los aciertos propios. Massa, que habita la selva de la crisis económica, respiró tras la victoria y se replegó para que todo gire en torno a Milei que pudo asimilar el golpe y pactó con Mauricio Macri.

En definitiva si se plebiscita a Milei, gana Masssa y si es al revés gana Milei. Hoy, a pesar del microclima, las jugadas de gran parte de la política, las medidas desde el Estado, la posición de la Iglesia, la UCR, etc., pareciera que el ciclo está agotado y se plebiscita, no sólo a Massa, sino a un sistema que no dio respuestas ni soluciones.

En este tramo, la oposición revivió por enésima vez, el antikirchnerismo, dinamizado por dos temas con potencia en la agenda pública: la crisis de los combustibles y el juicio político a la Corte. El primero, infinitamente más significativo que lo segundo: 6 de cada 10 argentinos tienen auto, el impacto es directo y abonó a la narrativa venezualizatoria de la oposición.

Si bien Massa hoy no encuentra el encuadre, hay grupos sensibles a la narrativa oficialista por rechazo al libertario que están permeables a modificar su elección. Las impugnaciones se relacionan con su capacidad para gobernar, sus manifestaciones violentas, su estabilidad emocional y su salud mental, junto al rechazo que, en general, suscitan las propuestas de privatización de la salud y educación.

Las dificultades para consolidar el discurso público hace crecer la figura de Macri. Una cercanía que podría afectar a Milei en el voto de los jóvenes, pero que de momento -y en un escenario de sólo dos alternativas- parece haber operado a su favor en la foto general.

La presencia disipó algunas dudas sobre la construcción de gobernabilidad de Milei y reforzó sus credenciales antikirchneristas. Tras la fractura expuesta de lo que fue Juntos, el escenario cambió en forma vertiginosa y ahora la derecha dura y la ultraderecha fusionadas irán a un choque inevitable con el peronismo para expulsarlo del poder.

Pasaron los días sin combustible, los que generaron problemas que se creían superados en la economía y repusieron en la sociedad opositora la certeza de que Argentina está al borde de la parálisis, sólo sostenida por el espejismo de un futuro auspicioso.

Macri puede ayudar a unificar el voto contra Massa como piensan sus incondicionales o puede terminar de hundir a Milei en el Gran Buenos Aires, donde el candidato opositor obtuvo votos de sectores bajos con los que el macrismo nunca contó.

Si Massa se convierte en el nuevo presidente, sería el beneficiario directo de un proceso que estimuló y que incluso estuvo a punto de devorarlo. Ahora es el antídoto contra Milei, último exponente de un sistema político en ruinas para enfrentar a la ultraderecha. Pase lo que pase, ese sistema ya no existe. 

Te puede interesar
Lo más visto