EEUU, principal aliado de Israel desde hace siete décadas, avisa: “la ocupación de Gaza sería un gran error”

El mundo 17 de octubre de 2023
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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, confirmó ayer que viajará el miércoles a Tel Aviv como muestra de apoyo hacia Israel. Será la primera visita de un presidente estadounidense mientras Israel está involucrada de manera activa en una guerra..

El secretario de Estado, Antony Blinken, reveló que Israel y Estados Unidos acordaron desarrollar un plan para "permitir que la ayuda internacional llegue a los civiles de Gaza", además de crear áreas en la Franja para que los civiles no sufran daños. "Compartimos la preocupación de Israel de que Hamás tome el control de la ayuda que entra en Gaza", agregó.

Biden también viajará a Jordania para reunirse con el rey Abdullah II, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, y el presidente egipcio Abdel Fattah el-Sisi.

Biden aseguró en la CBS que la invasión de Gaza sería “un gran error”, alertando de los riesgos hacia la población civil, después de la condena de la comunidad internacional a la orden de evacuación. “Lo que sucedió en Gaza, en mi opinión, es que Hamás y los elementos extremos de Hamás no representan a todo el pueblo palestino. Y creo que sería un error que Israel ocupara Gaza de nuevo”, añadió Biden.

Las declaraciones del presidente de EEUU llegan después de un fin de semana en el que el ejército de Israel daba un ultimátum de 24 horas a los gazatíes para evacuar sus hogares.

El 14 de mayo del 1948, tan solo once minutos después de que David Ben Gurion declarara a Israel como una nación soberana, EEUU se convirtió en el primer país en reconocer de facto al estado judío. Sin embargo, el primer reconocimiento llegó tres días después por parte de la Unión Soviética, que también vio en el naciente país una ventana de oportunidad para impulsar el socialismo y su influencia en la región. El reconocimiento oficial de EEUU, promovido por Harry Truman, llegaría en 1949, cuando Israel celebró sus primeras elecciones.

Desde entonces, Israel recibió 158.600 millones de dólares, según datos oficiales. De este apoyo, 124.300 millones (casi un 80%) son ayuda militar y el monto restante, 34.300 millones, asistencia económica.

Este flujo de dinero, el mayor a un país desde la Segunda Guerra Mundial, generó un gran consenso entre demócratas y republicanos. Se origina en el contexto de Guerra Fría, en que el Medio Oriente se convirtió en escenario de disputa entre potencias por su posición geoestratégica. La región ya había servido durante siglos como un cruce entre civilizaciones, pero los descubrimientos de reservas de petróleo, la importancia del Canal de Suez y la necesidad de contener al lobby judío en EEUU, catapultaron el interés de Washington para aliarse con la reciente nación.

Con el paso de los años, y especialmente después de la Guerra de los Seis Días –cuando en 1967 Israel ocupó Cisjordania, Gaza, el Este de Jerusalén, los Altos del Golán sirios y el Sinaí egipcio–, el apoyo económico estadounidense fue dando paso al militar.

Fue el precedente de una nueva doctrina en la región: Washington se comprometería a blindar a Tel Aviv para asegurarse una ventaja militar frente a sus vecinos, aliados soviéticos.

La alianza se reforzó durante la Guerra de Yom Kippur (1973), cuando una coalición de países árabes, liderados por Egipto y Siria, y con el apoyo de la URSS, atacaron los territorios que había ocupado Israel seis años antes. Washington se comprometió a seguir aumentando este apoyo mientras dure la guerra.

Además del apoyo militar y financiero, la ayuda estadounidense en estos 75 años también se trasladó a las Naciones Unidas: de las 83 veces que se usó el poder de veto en el Consejo de Seguridad, en 42 fue invocado por EEUU contra resoluciones que condenaban a Israel por sus asentamientos en Palestina.

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