La extinción de especies es 35 veces más rápida desde la aparición de los humanos

Sociedad 20 de septiembre de 2023
IMG_7260

Los humanos estamos cortando “ramas del árbol de la vida” a velocidad récord, según los cálculos publicados este lunes por Gerardo Ceballos y Paul Ehrlich en la revista PNAS.

Los investigadores examinaron el estado de conservación de más de 34.000 especies extintas de vertebrados terrestres y en peligro de extinción que abarcan 5.400 géneros de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y Birdlife International entre el año 1500 y 2022. Y concluyen que la acción humana contribuyó en este tiempo a extinguir 73 géneros completos, 10 familias y 2 órdenes de vertebrados, una tasa de extinción 35 veces mayor que la tasa de extinción promedio en el millón de años anterior. 

Los resultados también revelan que las aves sufrieron las mayores pérdidas, con 44 géneros extintos, seguidas por los mamíferos, anfibios y reptiles. Los investigadores calculan, asimismo, que los géneros perdidos en los últimos cinco siglos habrían tardado 18.000 años en extinguirse sin la presión humana, lo que da una idea del impacto de nuestra actividad en la evolución.

Según los autores, al menos un tercio de los vertebrados conocidos están perdiendo población y se ven arrinconados en ecosistemas cada vez más pequeños. Al principio del siglo XX había 10 millones de elefantes. Hoy hay menos de medio millón y han desaparecido de muchos de los países que habitaban hasta hace poco.

IMG_7258

En lo que se refiere al futuro, los autores calculan que las actuales tasas de extinción genéricas probablemente se acelerarán enormemente en las próximas décadas debido a factores que acompañan al crecimiento y consumo humanos, como la destrucción del hábitat, el comercio ilegal y la alteración del clima.. Traducido en tiempo, subrayan, esto significa que los géneros perdidos en tres siglos habrían necesitado 106.000 y 153.000 años para convertirse en extinguidos en la ausencia de humanos.

“La extinción antropogénica de las palomas migratorias redujo la dieta humana en el noreste de América del Norte y alteró la estructura de los ecosistemas en amplias áreas”, escriben. “Junto con otras extinciones y disminuciones de población (por ejemplo, pumas y lobos) y los cambios resultantes en las comunidades de roedores, la región probablemente se volvió propicia para brotes de muchas enfermedades infecciosas zoonóticas como la espiroqueta transmitida por garrapatas (Borrelia burgdorferi), que causa la enfermedad de Lyme, una enfermedad humana desagradable y cada vez más común”.

Respecto a la diferencia en las tasas de extinción, Ceballos cree que aves y mamíferos tienen más géneros extintos que anfibios y reptiles por una cuestión metodológica, porque nadie se fijaba en estos últimos hasta hace relativamente poco. La alta tasa de desaparición de las aves, apunta, se explica en parte por lo que sucedió con la colonización de las islas durante los siglos XVII y XVIII, cuando especies como el dodo, que habían vivido sin depredadores, fueron víctimas de la invasión de especies llevadas por humanos.  

“El gran problema que revelan los resultados de este estudio es la velocidad a la que estos linajes se están extinguiendo”, advierte Daniel Pincheira-Donoso, investigador del Laboratorio de MacroBiodiversidad de la facultad de Ciencias Biológicas de la Queen's University Belfast (Reino Unido) en declaraciones al Science Media Centre. “Este fenómeno es una prueba de que la erosión ambiental causada por la expansión de la actividad industrial del ser humano avanza a una velocidad tan acelerada que los organismos que habitan la tierra no alcanzan a tener el tiempo de adaptarse a esos cambios, lo que causa su colapso”.

Por otro lado, señala, teniendo en cuenta que es posible que todavía no hayamos descubierto y catalogado más del 25% de las especies que existen sobre la Tierra, podría ocurrir que las tasas de extinción de especies y de linajes completos fueran solo la punta del iceberg.

Te puede interesar
Lo más visto