Sin estructura, fiscales ni referentes locales, sometido a un apagón notorio por los medios más poderosos, hizo una elección histórica que rompió todos los esquemas y dejó en offside a la política clásica.
Un Menem con redes sociales. Entró y sustituyó a Juntos como opositor.
Los 30 puntos de La Libertad Avanza cristalizan varios mapas en simultáneo. Uno, expresa un universo opositor rígido cercano a los 60 puntos. De ahí, emerge cierto agradecimiento del gobierno a la existencia de Milei: sin el León en el menú, una polarización con JXC solo podía terminar en una paliza electoral mayor para el peronismo.
Con Milei en el ring, que le transfirió casi la totalidad de sus votos a Carolina Píparo, los 36 puntos de Axel Kicillof en la provincia le sirvieron una victoria.
Este domingo asistió menos del 70%, 6 puntos abajo de la PASO del 2019 y más de 10 respecto a la general de aquel año. Son más de 3 millones de electores que podrían reaccionar para frenar la amenaza de un país gobernado por Milei.
En algunas provincias, se registra un fenómeno: el voto que a nivel local fue al PJ en parte migró, en la presidencial, a Milei. A final, el economista casi duplicó en cantidad de votos, en la medición individual, a Bullrich.
En su festejo, el domingo casi a medianoche, hizo el primer movimiento táctico: se plantó como abanderado del cambio con lo que además de blindar su universo de votantes, empezó a hablarle al elector de Bullrich. El libertario parece tener, ahí, una ventaja: no solo porque tuvo una elección mucho mejor que la exministra de Seguridad, sino porque esta deberá diseñar una estrategia para, al menos tiempo, contener el voto moderado que juntó Larreta y tratar de morderle una porción de electores a Milei. Parecen, a simple vista, tareas antagónicas.
La victoria de Milei, extendida en todo el país, con capitalidad territorial, presenta una novedad logística: no tenía, en muchos lugares, fiscales que renueven boletas ni estén en el escrutinio, ni candidatos locales ni siquiera referentes.
Derrotó a dos estructuras con amplísimo despliegue, ejércitos de fiscales, recursos y presencia militante. Con su triunfo, Milei pone en contracción a todo el ecosistema político convencional y altera al poder económico que siempre le desconfió, de hecho lo tuvo último en sus preferencias detrás de Larreta, Massa y Bullrich. El Círculo Rojo, como la política, no lo vieron venir.