

Al igual que una de las especies en peligro de extinción cuya inminente extinción ha relatado, la revista National Geographic ha estado en un camino descendente, luchando por la vitalidad en un ecosistema cada vez más implacable.
El miércoles, la revista con sede en Washington que ha investigado la ciencia y el mundo natural durante 135 años llegó a otro pasaje difícil cuando despidió a los últimos redactores.
El recorte, el último de una serie bajo el propietario Walt Disney, involucra a unos 19 empleados editoriales. A partir de ahora, la asignación de artículos se subcontratará a freelancers o será ensamblada por editores. Los recortes también eliminaron el pequeño departamento de audio de la revista.
En septiembre, Disney despidió a seis editores principales en una reorganización extraordinaria de las operaciones editoriales de la revista. El personal saliente dijo que la revista ha reducido los contratos fotográficos que permitían a los fotógrafos pasar meses en el campo produciendo las imágenes icónicas de la publicación.
En una nueva medida de reducción de costos, las copias de la famosa publicación impresa con borde amarillo brillante ya no se venderán en los quioscos de Estados Unidos a partir del próximo año.
En su apogeo a fines de la década de 1980, National Geographic alcanzó los 12 millones de suscriptores en los Estados Unidos y millones más en el extranjero.
Sigue siendo una de las revistas más leídas en Estados Unidos, en un momento en que las revistas ya no se leen. A fines de 2022, tenía poco menos de 1,8 millones de suscriptores, según la autorizada Alliance for Audited Media.
National Geographic fue lanzado por la National Geographic Society de Washington, una fundación formada por 33 académicos, científicos y aspirantes a aventureros, incluido Alexander Graham Bell. La revista se vendió inicialmente al público como un beneficio por unirse a la sociedad. Se convirtió en una publicación independiente de forma lenta pero constante, alcanzando 1 millón de suscriptores en la década de 1930.
La revista finalmente fue superada en ganancias y atención por las operaciones de video de la sociedad, incluido su canal de cable insignia National Geographic y Nat Geo Wild, un canal centrado en los animales. Si bien produjeron documentales de igual calidad que los rigurosos reportajes de la revista, los canales, administrados por 21st Century Fox de Rupert Murdoch, también emitieron programas de entretenimiento pseudocientíficos sobre OVNIs y series de telerrealidad como “Tiburones contra atunes” en desacuerdo con la nobleza original de la sociedad.