El rugido del león

El País 11 de abril de 2023
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Cuando les dicen casta, casi sin distinción, Laclau la dejó servida y Milei la puso en práctica. Si la pregunta del millón era sobre Milei, ¿que es este fenómeno? a esa pregunta, se la morfa una mayor, en el gobierno, ¿podemos salir terceros? No sólo ahí, sino en la oposición. Cuánto desconcierto habrá en las PASO. No vieron venir a Trump o Bolsonaro porque estaban convencidos cómo dice Santucho de la revista Crisis que “acá no puede pasar”. Y pasó. En Estados Unidos y Brasil. Y no se moderaron. El círculo rojo cree que puede moldear esos personajes cómo moldea s su antojo a los progresistas de acá y tuvo, casi de urgencia, que sacar de la cárcel a Lula y apostar por un veterano de 80 años en el norte.

Sobre este cuadro crece la antipolítica y a toda la “clase política” existente, le va a costar más aceptar el lugar que le empieza a dar la sociedad. La baja del pony. Y si, también es “culpa de la grieta” que tengamos políticos con autoestima tan alta, menos entrenados para el sopapo de la antipolítica.

La política está despistada y tarda en reaccionar. En el crimen del colectivero se puede leer el síntoma. ¿Dónde? En la vocación desesperada de encontrarle un cauce conspirativo. Así fueron los reflejos del gobierno bonaerense para sostener la versión de una conspiración que omite, por empezar, algo que aún de confirmar cualquier sospecha no podría ser omitido: sensibilizarse con la víctima, con la única víctima, el colectivero, Daniel Barrientos, única sangre derramada, sin peros y sin el “yo” en el medio. La presencia del político no garantiza nada. Berni construyó su carrera con el valor de poner la cara. Pero eso ya está desgastado. De gestos no vive nadie. Los trabajadores tenían furia y razón para tenerla. Un político lee la temperatura y luego existe. De donde salieron nuestros políticos para no entender que viene y sobre todo qué pasa en la sociedad.

En 2001, estaban en la lona. A la convertibilidad la rompieron a martillazos desde adentro, de los bancos, los que creyeron en ella. Los políticos le ponían vidrios polarizados hasta al espejo del baño para no reconocerse ni a sí mismos. Se venía de una larga década, el dulce del 1 a 1 había quedado lejos.

Toda crisis iguala para abajo. Entramos a este siglo rompiendo bancos. 2022 es el año en el que estuvimos discutiendo los libros de Alfonsín, a cuarenta años de consagrar el derecho al voto y de perder tanto en el camino.

Perón nació líder y murió líder. Murió en el poder. Tamaña imagen. Ya ni el último Papa murió en el poder: al poder en este siglo XXI se lo tiene cinco minutos.

Y eso lo sabe Rodríguez Larreta que no tenía alternativa. Macri creía que su gerente más eficiente no se le iba a sublevar; que acorralarlo era un resultado sencillo de anticipar.
Tal vez, por los ejemplos de Daniel Scioli o Alberto Fernández, decidió cortar el cordón antes que confiar en un hombre al que conoce demasiado bien como para ese acto de fe.

El rugido del león se oye cada vez con mas fuerza mientras se modera. No vale, luego sorprenderse y preguntar  ¿Cómo puede ser que Milei ganó La Matanza?

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