Del cierre indefinido de Machu Picchu al bloqueo de minas: el impacto económico de las protestas en Perú

El mundo 25 de enero de 2023
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Perú está parcialmente paralizado por las protestas contra la presidenta Dina Boluarte. Tanto que Machu Picchu, su monumento más emblemático y principal reclamo turístico, ha cerrado hasta nueva orden.

El conflicto político continúa en Perú y sus efectos ya se dejan sentir en la economía.

Casi dos meses después de que Pedro Castillo fuera detenido y destituido por su intento de disolver el Congreso y diera inicio la ola de protestas que mantiene en vilo al país, organismos oficiales, expertos y representantes de los sectores productivos advierten de los daños que el pulso entre Dina Boluarte y los manifestantes que exigen su renuncia y elecciones inmediatas están causando.

Boluarte se niega a renunciar y, aunque propone un adelanto electoral que aún no se ha concretado, culpa a una minoría de violentos de buscar hacerse con el poder del Estado por la fuerza.

Las pérdidas económicas son más difíciles de cuantificar, pero abundan los reportes de reservas turísticas canceladas, minas cerradas, alimentos que se pudren porque los camiones que los transportan quedan atrapados en las carreteras. Escasez y aumento de precios en algunas zonas del país son algunas de las consecuencias que ya se dejan sentir.
 
El Instituto Peruano de Economía estimó el pasado diciembre que cada día de protestas le cuesta al país un mínimo de 212 millones de soles, unos US$55 millones. Al margen de las cifras macroeconómicas, en muchos comercios y hogares del país ya se sienten las consecuencias de semanas de conflicto.

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