Giroud, los goles que esperaron cuatro años

En el Mundial de Rusia 2018, cuando Francia se encaminaba hacia su segundo título mundial, Olivier Giroud disputó los siete partidos (solamente fue suplente en el estreno ante Australia), con la misma partitura. Fueron siete encuentros jugando de espaldas para que Kylian Mbappé y Antoine Griezmann (cuatro tantos cada uno) lo fueran todo. Y miren que Giroud no era un yuyo. A los 32 años, iba en camino de convertirse en el máximo artillero de “les blues”. Sin embargo, al goleador sin goles no le calentó ayudar a las figuras. Ni uno sólo de los 14 goles galos, fue suyo. El especialista estuvo al servicio del equipo. ¿Cuántas veces Messi dijo que cambiaría todos los goles que tiene por haber levantado la Copa del Mundo? Giroud la elevó. Fue la envidia de Leo, de nuestra Argentina y de todas las selecciones. 

EL DT Didier Deschamps tomó nota, fue justo y memorioso con el hoy delantero de Milan. Cuatro años después, lo metió en la lista de los 26 definitivos para Qatar 2022, mientras se bajaban por lesión otros campeones del mundo como Kanté y Pogba. Y Giroud pagó con tres goles. Dos ante Australia en el debut (fue 4-1) y en octavos abrió el camino para dejar en el camino a Polonia, en octavos de final. Volvió a compartir cartel con Mbappé, Griezmann y…su último tanto lo convirtió en el máximo anotador histórico de Francia. "Estaba un poco frustrado por no haber marcado en otra ocasión que tuve antes, porque tenía ganas de anotar y dejar ya de hablar de este asunto del récord", indicó el atacante del Milan, que con su tanto 52 superó a Thierry Henry. "Haberlo hecho es algo grandioso, solo puedo sentir felicidad", agregó el jugador, que marcó esa cifra con los dedos tras lograr el tanto a pase de  Mbappé.

Giroud, volvió al cauce natural. En 2018 y de espaldas al arco, resultó campeón del mundo; ahora, fue feliz de frente. De cara al gol, su especialidad. A los 36 años.