

Con alma y vida. Ya no hay dolor en Racing. Sabe que este miércoles por la noche deberá ofrecer su corazón y hasta lo que no tiene para intentar llegar a una histórica final de Copa Libertadores a la cual sólo llegó una vez cuando fue campeón en la edición 1967.
La ofrenda deberá ser tan grande como lo que hay en juego. Porque enfrente esta Flamengo, el equipo de los millones y figuras. El que llega con una ventaja mínima al Cilindro. Y la quiere hacer valer para salir vivo del infierno de Avellaneda.
Costas y sus jugadores comenzaron a jugar esta revancha desde la noche en la que perdieron 1-0 en el Maracaná. Fue ahí cuando el técnico reagrupó a su tropa. También a dirigentes e hinchas. “Este partido lo empezamos a dar vuelta ahora. Se gana adentro y afuera. Que el Cilindro explote. No importa si hay sanciones o multas”, dejó en claro. Es técnico y el hincha número uno.
“Sabemos que será un partido duro contra Racing, con una atmósfera caliente. Tenemos que estar preparados emocional y físicamente, sabiendo que es un juego enorme y que queremos ganar”, soltó Jorginho, el mediocampista con más jerarquía del Mengao.
Racing es consciente de que solamente jugando bien al fútbol posiblemente no le alcance. Los brasileños son mejores técnicamente. Lo del equipo de Costas tiene que ser un equilibrio perfecto entre el juego y lo anímico.
Flamengo tiene más de dos planteles top contra un Racing que llega con la tropa averiada. Ya había perdido a Pardo y en la ida se quedó sin Sosa, el jugador mas regular del año. Todo esto no achica a la Academia. Más bien todo lo contrario. Los cariocas tienen un plantel cotizado más del doble que el de Costas, 195 millones de euros contra 77. Hay nombres que hasta ayer nomás jugaban en las principales ligas europeas. Pero el corazón lo tiene Racing.








