
Elecciones y desinformación
En Brasil, sólo una persona puede decidir lo que se dice en internet para combatir las mentiras. Los desafíos de la democracia.
Sociedad 25/10/2022
La verdad, suele decirse, siempre sale a la luz. Pero frente a la desinformación, las “noticias falsas” y los “hechos alternativos”, a veces permanece oculta.
En la previa a las elecciones de mitad de mandato en Estados Unidos ha quedado muy claro que las falsedades se han convertido en una característica elemental de la política estadounidense. Las empresas de redes sociales han intentado frenar la avalancha y cada vez hay más iniciativas destinadas a la verificación de datos. Pero también han surgido nuevas plataformas que prometen la libre circulación de mensajes, incluidas informaciones engañosas, mentiras, discurso de odio y que no monitorean el contenido que ahí se propaga.
El escenario que se vive en Estados Unidos se replica en otras partes del mundo. Para muestra, Brasil.
Allá también las elecciones presidenciales han desatado una avalancha de mentiras agresiones y desinformación en línea. El presidente Bolsonaro propaga afirmaciones engañosas y promueve la desconfianza de la población al poner en duda la integridad del proceso electoral.
Frente a ese panorama, las autoridades brasileñas tomaron una medida agresiva: otorgaron poder al jefe de las elecciones para que ordene unilateralmente que las empresas tecnológicas retiren contenidos de internet a fin de evitar la propagación de falsedades en el periodo anterior a las votaciones presidenciales del domingo 30 de octubre.
Es una de las decisiones más audaces que se han tomado frente al panorama de desinformación y división. Pero también implica un equilibrio delicado: Se trata de proteger la integridad de las instituciones democráticas de Brasil y el derecho de la gente a la libertad de expresión.
En una entrevista con un pódcast, Bolsonaro dijo que las autoridades electorales estaban moviendo a Brasil hacia un “estado dictatorial” y que “después de las elecciones, dependiendo de quién gane, vamos a poner fin a esto”. El año pasado, Bolsonaro pidió al Senado de Brasil que llevara a juicio político y destituyera a Moraes, pero fue rechazado.
Según las nuevas normas de internet, los poderes ampliados del jefe de las elecciones están en vigor durante las campañas electorales. Los poderes caducarán después de la votación presidencial, pero volverán a entrar en vigor en campañas futuras.
Pero al permitir que una sola persona decida lo que se puede decir en internet en el período previo a las elecciones, Brasil se ha convertido en un caso de prueba en un debate mundial cada vez más intenso sobre los límites de la lucha contra las “noticias falsas”.
La decisión provocó indignación entre los partidarios del presidente de derecha Jair Bolsonaro, así como la preocupación de muchos expertos en derecho digital y derechos civiles, que dijeron que representaba una expansión de poder potencialmente peligrosa y autoritaria que podría ser abusada a fin de censurar puntos de vista legítimos e influir en la contienda presidencial.
Moraes ha sido quizás el contrapeso más eficaz a Bolsonaro, que durante años ha atacado a la prensa, los tribunales y los sistemas electorales del país. Pero en el proceso, el juez ha suscitado la preocupación de que sus esfuerzos por proteger la democracia del país la hayan erosionado.
“Es un acto de malabarismo muy complicado”, dijo Philip Friedrich, analista de elecciones y tecnología en Freedom House, un grupo estadounidense que promueve la expansión de la democracia. “Se trata de proteger la integridad de las instituciones democráticas de Brasil y el derecho de la gente a la libertad de expresión, y al mismo tiempo mantener a la gente segura en línea”.
Carlos Affonso Souza, profesor de derecho de la Universidad Estatal de Río de Janeiro, dijo que el fallo del jueves “podría ir demasiado lejos, dependiendo de cómo” Moraes ejerza su poder.
Aun así, la medida fue aplaudida por muchos en Brasil, que la consideran como una herramienta necesaria para combatir una avalancha de denuncias falsas de los partidarios de Bolsonaro que no ha hecho más que ganar velocidad en los últimos días.
Las nuevas reglas fueron aprobadas por unanimidad por los siete jueces federales que integran el tribunal electoral de Brasil. Cuando propuso las reglas en una sesión del tribunal el jueves, Moraes dijo que las denuncias por desinformación habían aumentado casi 17 veces en comparación con las elecciones pasadas.