En medio de las tensiones ante un posible no reconocimiento de los resultados de parte de Jair Bolsonaro, Lula se reunió con representantes del Departamento de Estado de EEUU.
El encuentro se realizó en la sede del Instituto Lula en San Pablo con funcionarios muy importantes del Departamento de Estado junto a Douglas Koneff, encargado de negocios del gobierno de EE.UU en Brasil, principal jerarquía dado que no cuentan con Embajador. Lula estuvo acompañado de Celso Amorim, ex canciller y principal asesor en asuntos internacionales, y Jacques Wagner, senador y ex gobernador del Estado de Bahía.
La diplomacia estadounidense en Brasil están convencida en que Bolsonaro pretende hacer algo parecido a lo de Trump con la toma del Capitolio y están preguntando insistentemente que tipo de protocolo tienen que llevar a cargo en relación a una intervención militar o un autogolpe. Es claro que lo que existe es un intercambio de información con Washington para prepararse para una situación extrema.
Hay otra mirada vinculada a la cercanía de Bolsonaro con Putin en el contexto de escalada de guerra en Ucrania y el crecimiento de grupos radicalizados en Latinoamérica. En ese marco, sin chances de la candidata neoliberal clásica Simon Tebet, EEUU se apoyaría en Lula que ya tuvo buenas relaciones con Bush y Obama.
China también está en la mira, sobre todo ante la posibilidad que se quede con el negocio del 5G dado que el gobierno terminó habilitando a las empresas chinas a competir en el mercado.
Un dato presente en la previa de la reunión y podrían formar parte de un acuerdo futuro entre EEUU y Brasil fue el discurso de Biden en la Asamblea General de la ONU donde dijo que "están de acuerdo con ampliar los miembros permanentes del Consejo de Seguridad", un objetivo histórico de Brasil y que podría incluir también a la India en una estrategia para evitar el aumento de poder de China y Rusia en los BRICS. "Esa reforma es una obsesión de Celso Amorim", afirman.
Lo que no quiere EEUU es una crisis institucional promovida por una intervención antidemocrática de Bolsonaro.
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