

Casi en simultáneo, Alberto Fernández y Cristina Kirchner confirmaron que estarán, este viernes, a las 17 horas, en el acto por los 100 años de la creación de YPF. No hubo contactos previos entre el Presidente y la vice que volverán a estar frente a frente, a compartir escenario y foto, luego de 94 días sin verse.
El último encuentro público fue, en el Congreso, el 1 de marzo. El diálogo está roto, desde el 10 de marzo, el día que una pedrada cayó sobre el despacho de Cristina en el Senado, un episodio que instauró un silencio rudo y sólido entre ambos, condimentado por enojos cruzados, y tras el cual la interna adquirió una visibilidad y belicosidad antes desconocida.
Con el teléfono roto, y cierta comodidad mutua en eso de no verse ni hablarse, el aniversario de YPF facilitó un procedimiento simple: la chiquilinada, casi un asunto de Estado entre los dirigentes que militan la unidad y empujaban un reencuentro entre los Fernández, de quién levantaba el teléfono, mandaba el mensaje o hacía la invitación para gestar el acercamiento.
Lo resolvió, YPF. Más allá de las especulaciones políticas, y de la gestualidad que se pueda construir sobre el reencuentro, el acto volverá a mostrarlos juntos, hecho que no resuelve ninguna de las peleas en la cima del poder del FdT. ¿Será el encuentro en Tecnópolis el movimiento que permita que se retome el diálogo entre los compañeros de fórmula del 2019?
Los 100 años de YPF son una excusa inevitable, una cita que ninguno de los dos pudo gambetear, pero al mismo tiempo aportan una paradoja: el mundo de la energía, con su dimensión trascendental, es uno de los territorios donde hay más tensiones.
Aunque hay dirigentes que militan la necesidad de una tregua, entienden que son decisiones muy personales , y por eso impredecibles. Quizá empiece el deshielo en la cima del FdT.