

Cristina revolucionó el Chaco y aprovechó un auditorio para su duro discurso contra el Presidente
La alocución de Cristina una vez mas puso en evidencia la necesidad de elevar el nivel de la conversación política y el contraste con el resto de los mortales del país.
Como en los buenos tiempos, pero en estos que corren que son muy malos. La presentación de Cristina recordó a aquellas cadenas nacionales de sus ya lejanos dos mandatos presidenciales, que extendió a tres, asumiendo como propio el de Néstor Kirchner. Eran sin embargo otras épocas, como la expresidenta rememora.
La Argentina ya no presume de tener como entonces los salarios en dólares más altos de la región ni mucho menos.
La vicepresidenta recordó en Chaco, con razón, que ha venido advirtiendo sobre este paisaje desde tiempo atrás, con su primeras manifestaciones en las redes sociales y mediante aquel discurso en La Plata en diciembre de 2020 “los funcionarios que no funcionan”. Con el correr de los meses, su diferenciación con el gobierno de Alberto Fernández ha evolucionado de la disidencia a la oposición interna y, como puede advertirse en los últimos movimientos de sus bloques en el Congreso, de algún modo hacia una administración paralela.
La ex presidenta no rompió la coalición, pero dio más señales de que está resuelta a transitar otra etapa. Fernández está por primera vez desde su asunción aferrado a una convicción: juega su suerte al programa con el Fondo que gestiona Martín Guzmán. Fernández -también Guzmán- procura anudar una alianza con el poder económico que haga ese tránsito posible.
Imaginar cómo va a administrar el Gobierno las tensiones propias, las de la economía y las de una sociedad empobrecida y exhausta sigue siendo una enorme incógnita. El calendario electoral está más que lejano; no parece estar ahí el desenlace.
Cristina dijo sobre el poder que en realidad no existió desde el origen una pelea porque había elegido ella misma un candidato sin estructura política propia, es decir, sin poder personal
“Elegí a alguien que no representaba ninguna fuerza política”, dijo. Cristina ninguneó a Alberto y le envió otro guiño a Sergio Massa para la sucesión del año que viene. La fractura está expuesta. Y comenzó su campaña.