

En 2025, la paz puede parecer un bien escaso ante el panorama de guerras, controles fronterizos rígidos y tensiones comerciales entre países.
Según el Índice de Paz Global el número de conflictos entre estados ha alcanzado su nivel más alto desde la Segunda Guerra Mundial.
El GPI, elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz, analiza 23 indicadores, desde los conflictos externos y el gasto militar hasta medidas de riesgo y seguridad como las de terrorismo y homicidio.
Los países que están en los primeros puestos del índice mantienen una notable regularidad durante casi dos décadas, demostrando la estabilidad que las políticas pacíficas pueden producir a largo plazo.
Islandia está en el primer puesto desde 2008. Continúa siendo la nación más pacífica según el GPI, liderando las tres áreas: riesgo y seguridad, conflicto permanente y militarización. Incluso registró una mejoría del 2% este año, ampliando su ventaja sobre el segundo país en la lista.
A pesar de estar marcada por el conflicto durante todo el siglo XX, Irlanda continúa colocando la paz en un primer plano. Recibió puntajes particularmente altos por reducir su militarización año tras año y se ubicó como uno de los países con menor número de conflictos internos e internacionales en curso. También se colocó en los primeros 10 puestos en cuanto al riesgo y la seguridad sociales, con baja percepción de crimen y violencia.
En el escenario global, el país mantiene una neutralidad militar, que le impide ser un miembro oficial de la OTAN, siendo uno de los cuatro países europeos con esa condición y una predilección por el uso de la diplomacia para resolver conflictos. A nivel interno, el país prioriza la conservación de sus paisajes y sitios culturales, y se asegura de que los viajeros siempre se sientan bienvenidos. La naturaleza relajada de Irlanda también genera una sensación de paz.
Nueva Zelanda ascendió dos puestos al número tres, gracias a sus mejoras en el área de riesgo y seguridad, así como de menores impactos relacionados a manifestaciones y terrorismo. Como una isla nación en el Pacífico, la geografía de le provee de una protección natural frente a conflictos externos, pero sus políticas internas también les ofrecen a los residentes una sensación de paz.
Más allá de una fuerte red de seguridad social y el acceso a un cuidado de salud universal, los neozelandeses valoran su conexión con la naturaleza. El sentido de comunidad también significa que hay muchos festivales y eventos para todas las edades.
Aunque muchos visitantes llegan atraídos por el paisaje, frecuentemente es la sensación de seguridad y pertenencia a la comunidad lo que les deja una impresión duradera.
Austria descendió un puesto este año, para quedar en cuarto lugar, pero sigue con alta clasificación en todas las áreas. Al igual que Irlanda, adopta por su Constitución una política obligatoria de neutralidad, lo que le impide participar en alianzas militares como la OTAN.
Eso le permite al país concentrar su atención y recursos internamente.
Singapur es el único país asiático entre los diez primeros. Se coloca alto por su bajo riesgo y su seguridad, pese a que mantiene uno de los mayores niveles de gasto militar per cápita, superado únicamente por Corea del Norte y Qatar.
La ausencia de un conflicto en curso y su seguridad generan un fuerte sentido de protección para la mayoría de los residentes.
Mientras que la postura conservadora hacia la comunidad LGBT+ limita algunas libertades, con el matrimonio del mismo sexo aun prohibido, el progreso social ese da a través de eventos como el festival de orgullo LGBT+ Pink Dot.