Brasil es uno de los destinos turísticos favoritos de muchos argentinos, sobre todo en estos tiempo de devaluación del real, pero a pesar de lo interesante de los precios y la bellezas de sus playas, hay algo que preocupa, el mar contaminado.
A nivel internacional, los estándares de calidad para la gestión de playas se vuelven cada vez más estrictos. Programas como el de la Fundación para la Educación Ambiental (FEE) buscan garantizar que las playas sean aptas para el baño, estableciendo normas sobre la calidad del agua, la gestión de residuos y la infraestructura de los balnearios. Sin embargo, el aumento de la contaminación y la presencia de bacterias en algunas zonas de Brasil pone en evidencia la necesidad de un control más riguroso y medidas preventivas más eficaces.
El Enterococcus es una bacteria que, aunque forma parte de la flora intestinal normal en los humanos, puede ser peligrosa en ciertas condiciones. En particular, cuando se encuentra en grandes cantidades en el agua, puede causar infecciones urinarias, endocarditis, infecciones intraabdominales y problemas respiratorios. Algunas cepas de esta bacteria son resistentes a los antibióticos, lo que las hace aún más peligrosas.
Con la creciente presencia en las playas brasileñas, es fundamental que los turistas tomen precauciones y consulten las actualizaciones de los informes ambientales antes de disfrutar del mar.
Desde el Instituto Estatal de Ambiente (INEA) perteneciente al Gobierno de Río de Janeiro alertaron por la presencia de enterococos, una bacteria que puede provocar diversas infecciones. Es por esto que confeccionaron un mapa con las playas que no son aptas para meterse al mar.
Para mantenerse informado, el IMA y el INEA han habilitado sus redes sociales donde los turistas pueden consultar el estado de las playas en tiempo real. En ellas, se pueden encontrar informes técnicos y un mapa interactivo que muestra el estado actual del agua en cada balneario. Las autoridades recomiendan que los turistas consulten estos recursos antes de ingresar al mar para evitar poner en riesgo su salud.
Esta bacteria es la misma que afecta a varias playas del sur de Brasil, en Florianópolis, otro destino muy elegido por los argentinos.
En Santa Catarina, el Instituto Ambiental local (IMA) confeccionó un mapa para que los turistas puedan verificar qué playas son aptas y cuáles no.
Dos de los lugares más críticos son Florianópolis, con 63 playas habilitadas, y Camboriú, con 14.