La desigualdad en Argentina alcanzó su peor nivel desde la pandemia, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos, correspondientes al segundo trimestre de 2024.
El coeficiente de Gini, que mide la desigualdad de los ingresos en una escala de 0 a 1, subió a 0,436 en el periodo de abril a junio, superando el 0,417 registrado en el mismo trimestre de 2023. Este indicador refleja una creciente brecha entre los sectores más ricos y los más pobres del país.
La brecha entre el 10% de la población con mayores y menores ingresos se mantuvo en 14 veces, según los datos del INDEC.
El coeficiente de Gini es el método más usado para medir la desigualdad de ingresos y la cifra es una escala que va de 0 a 1 (0 es la igualdad perfecta y 1 es la desigualdad total).
El 10% de la población con mayor ingreso per cápita familiar concentró 33% del total del ingreso, 19 veces más que el 10% con menor ingreso.
El ingreso promedio de la ocupación principal de las mujeres fue 27,4% menor al de los varones en el segundo trimestre de 2024.
La evolución de la distribución del ingreso del segundo trimestre se conoce una semana después del dato de pobreza, que mostró que el 52,9% de los argentinos se encuentra en esta situación, mientras que la indigencia afectó al 18,1%.
De acuerdo a lo que explicó el sociólogo y desarrollador económico Daniel Schteingart, la fuerte suba de la desigualdad se explicó en gran parte por la quita de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias. "El grueso de la suba se explica porque al decil 10 le fue mejor que al resto", resaltó.
A su vez, añadió que el efecto de la recesión también impacta frente a los deciles de menores ingresos, ya que sus haberes son "más procíclicos".