Un derrumbe en Groenlandia provocó un megatsunami e hizo vibrar la Tierra
Sociedad 13 de septiembre de 2024En septiembre de 2023, un deslizamiento masivo en un fiordo produjo una ola de 200 metros y una señal sísmica que se detectó en todo el planeta: no hubo muertos de casualidad, ya que en la zona suele haber cruceros.
Kristian Svennevig y su equipo del Servicio Geológico de Dinamarca y Groenlandia (GEUS), descubrieron una señal sísmica de origen desconocido. Se trataba de un registro completamente diferente al que dejan los terremotos o las erupciones volcánicas, que contenía solo una frecuencia de vibración, como un zumbido monótono que se prolongó durante nueve días.
Muchos meses de trabajo después, tras implicar a 68 científicos de 40 instituciones en 15 países, los investigadores pudieron reconstruir los datos para descubrir la fuente de la señal, que se registró en sensores de alta sensibilidad en todo el planeta, desde el Ártico hasta la Antártida. La conclusión es que lo que ocurrió fue consecuencia de una catástrofe que tuvo lugar el 16 de septiembre en Groenlandia, y que no hubo víctimas fatales de casualidad.
Ese día, la cima de una montaña que se eleva a 1.200 metros en el fiordo Dickson se derrumbó, provocando una colosal avalancha de roca y hielo que arrastró más de 25 millones de metros cúbicos y levantó un tsunami de 200 metros al impactar con el agua.
La vibración se pudo detectar en todo el planeta. El origen fue el desgaste de la base del glaciar por el calentamiento global.
El fiordo se encuentra en una ruta utilizada por cruceros, pero ese día no había ninguno por esta zona de Groenlandia. Los científicos llaman a estar alerta por posibles situaciones de este tipo que pongan en riesgo la vida de las personas y que serán cada vez más frecuentes debido al aumento de temperaturas.
En un trabajo publicado en la revista Science, los investigadores describen cómo el material cobró fuerza al canalizarse por el barranco, y al impactar contra las aguas, produjo una primera ola de 200 metros que se quedó resonando en el fiordo, donde se produjeron olas de gran altura que se mantuvieron durante nueve días, como si alguien estuviera agitando el interior de una bañera, lo que en geología se conoce como un seiche.
“La señal era muy extraña y duró nueve días”, explica Esteban Chaves, investigador del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (OVSICORI-UNA) y coautor del trabajo. “Empezamos a buscar en otras estaciones cercanas y también se veía; extendimos la distancia y se seguía viendo. Se ve no solo en Groenlandia, sino en Europa, Estados Unidos, Costa Rica y hasta en la Antártida”.
Los propios científicos podrían haber estado en el lugar cuando ocurrió el derrumbe, puesto que visitan la zona de vez en cuando. “Navegamos hasta el fiordo Dickson el año pasado para instalar instrumentos justo delante de la montaña unas semanas antes de que se derrumbara”, explica Søren Rysgaard, de la Universidad de Aarhus y coautor del estudio.
Las pruebas muestran que este deslizamiento fue causado por el adelgazamiento de los glaciares en la base de la montaña en las últimas décadas, provocado en última instancia por el cambio climático. Las simulaciones numéricas, los datos de la red local de sensores oceanográficos y las imágenes satelitales confirman que el megatsunami resultante es uno de los más altos de la historia reciente.
Se trata del primer deslizamiento de tierra y tsunami observado en el este de Groenlandia, lo que demuestra que el cambio climático ya tiene repercusiones allí explica Svennevig. “Nunca antes en ningún lugar de la Tierra habíamos registrado directamente la oscilación del agua durante días causado por un solo evento que duró solo unos minutos, en este caso un deslizamiento de tierra y hielo”, añade Stephen Hicks, investigador de la University College de Londres y coautor del estudio.