En 18 años, la cantidad de personas en Argentina que se reconocen como indígenas o descendientes de pueblos originarios pasaron de ser 600 mil a ser de más de 1.3 millones. De acuerdo a los datos del Censo 2022; este colectivo representa casi un 3% del total de la población en suelo argentino, aunque en provincias como Jujuy y Salta, el porcentaje con respecto al total es aún mayor: allí, 1 de cada 10 personas se reconoce como integrante de un pueblo originario.
Por otra parte, 302 mil personas, el doble que en 2010, se reconocen como afrodescendientes;, un 55%, reside en el AMBA.
¿Por qué se duplicó en tan pocos años tanto la cantidad de personas que se reconocen indígenas como las que se reconocen cómo afrodescendientes? Una posible respuesta es que en el Censo se incorporaron tres preguntas: autoreconocimiento, pueblo y habla, lo que pudo haber mejorado la captación de la población y por ende, aumentar la magnitud de personas que se reconoce como parte de ese colectivo.
Además, como explican desde el INDEC, hubo un trabajo con el INAI –Instituto Nacional de Asuntos Indígenas– para aumentar la sensibilización de la población indigena en los últimos años. Como parte del plan de ajuste, el presidente Javier Milei busca eliminar este organismo creado por ley en 1985, sobre todo tras el cierre del INADI, y pasar estos asuntos a la órbita del Ministerio de Justicia.
En total, en el Censo 2022 se reconocieron 58 pueblos originarios: los que mayor población tienen son los Mapuche –145 mil–, Guaraní –135 mil–, Diaguita –86 mil– y Qom –80 mil–.
Según los datos presentados por el INDEC, 674 mil mujeres y 632 mil varones se reconocieron indígenas, por lo cual no existen diferencias significativas por sexo entre el total de la población y quienes se reconocen como indigenas. Sin embargo, sí hay diferencia en la edad: un 22% del total de la población tiene entre 0 y 14 años, pero para la población indigena solo un 16% pertenece a este grupo de edad; en cambio, la población indígena de entre 15 y 64 años supera en 5 puntos porcentuales al mismo grupo de edad del total de la población.
Hay diferencia también en la cobertura de salud alcanzada: mientras que el 60% del total de la población tiene obra social o prepaga, sólo el 49% de la población indigena tiene este tipo de cobertura.Además, si el 25% del total de la población tiene un nivel educativo universitario –completo o incompleto–, solo el 24% de la población indígena alcanzó este nivel educativo, un 5% menos.
Con respecto a los afrodescendientes, el Censo determinó que 302 mil personas se reconocen como tales o tienen pasados negros o africanos,, lo que constituye el 0,7% del total de la población argentina en viviendas particulares.
En el Censo 2010, estas personas representaban el 0,4% de la población: menos de 150 mil personas se reconocían una década atrás como afrodescendientes. El motivo de un aumento en un 100% en la magnitud de esta población podría deberse a los mismos factores que el aumento en la población que se reconoce indigena: la mejora en la operacionalización del Censo y también un aumento del autorreconocimiento y la sensibilización.
Sin embargo, a diferencia de la población indígena, que se sitúa en su mayor parte en las provincias del Norte argentino, la población afrodescendiente está concentrada, en gran medida, en CABA y en la Provincia de Buenos Aires: el 55,9% de los afrodescendientes residen en el AMBA.
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