El aumento de mosquitos en la ciudad y la provincia de Buenos Aires, que llega a formar “nubes” en el aire, se trata de un “pico de abundancia” de la especie Aedes albifasciatus, conocida como “mosquito de inundación” y transmisora del virus de la Encefalitis Equina del Oeste (EEO), y su reducción puede demorar hasta 10 días, por lo que especialistas recomendaron intensificar el “uso de repelentes y mosquiteros”.
“Se trata de un pico de abundancia de la especie Aedes albifasciatus tras una temporada lluviosa, un fenómeno que afecta sobre todo a la región pampeana donde se forman grandes charcos”, indicó Maximiliano Garzón, investigador del Grupo Estudio de Mosquitos de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FCEN) de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Según explicó el científico, tras las abundantes lluvias en la región, las zonas anegadas se tornan el ámbito propicio para la eclosión simultánea de los huevos del “mosquito de inundación” que se acumulan en estos lugares.
Su desarrollo, que depende de la temperatura de los charcos, puede extenderse entre siete y ocho días posteriores a las precipitaciones, que redunda en la presencia masiva de esta especie de mosquito silvestre. La Aedes albifasciatus es la especie transmisora del virus de la Encefalitis Equina del Oeste (EEO) que el año pasado ocasionó un brote en caballos en el centro y norte del país.
Este virus no presenta grandes riesgos para el humano y aparentemente estaría controlado con el programa de vacunación en caballos y las medidas pertinentes”, aunque su picadura resulta “muy agresiva porque están acostumbrados a picar en ganado.
La última invasión de esta especie de mosquitos fue a finales del año pasado y los primeros días de enero. Respecto a la especie transmisora del Dengue, Zika y Chikungunya, las autoridades recordaron que “no se desarrolla habitualmente en parques o plazas, sino que lo hace intra-domiciliariamente”.
En esa línea, recomendaron eliminar cualquier recipiente que pueda acumular agua y limpiarlo con cepillo o esponja para desprender los huevos de mosquitos, como así también remover cada dos días el agua de floreros, bebederos de mascotas y portamacetas; destapar canaletas y desagües con agua hirviendo; cubrir las rejillas con tela mosquitera y desmalezar patios y jardines.