En su faceta de candidato, Massa es el político más profesional que ha visto la democracia argentina. Por ello, todo el esfuerzo de Milei estuvo dedicado a no despertar a su Hulk interior. El tiempo es un gran ordenador. Las derrotas en política sirven muchísimo. Massa lo sabe.
La regla número uno en cualquier debate; nunca responder lo que te preguntan. Milei lució desorientado por momentos, solo. Massa antagonizó y apuntó a la inexperiencia de Milei. El exceso de amateurismo versus el exceso de profesionalismo. La preparación y la improvisación. Fue evidente la ausencia de argumentación y el conocimiento de políticas. Demasiado. Quizás para no mostrar el desequilibrio o la disrupción, se ameseto y término en la instrascendencia.
“Javier esto es, el 10 de diciembre, vos o yo: no vine a discutir ni a Macri ni a Cristina ni el pasado, es vos o yo”, dijo en un intento por deskirchnerizarse y, al mismo tiempo, enfocar el debate sobre la figura de Milei. Y lo logró.
Aquella respuesta, ante la acusación de mentiroso, fue quizá la única licencia que se tomó Massa que llegó al debate con un esquema ordenado. Lo aplicó, con buen resultado, en el primer bloque, el referido a Economía. Massa avanzó y lo desacomodó a Milei con una serie de preguntas.
“Por si o por no”, le dijo en varias ocasiones respecto a dolarización y, entre otros temas, a la idea de eliminar el Banco Central. Massa cedió el centro del ring, el protagonismo, pero en paralelo consiguió que la discusión económica gire en torno a las propuestas de Milei y no sobre los efectos de la crisis presente y permanente.
Milei no vio la emboscada o no supo como evitarla: se gastó sus minutos con explicaciones, en muchas ocasiones teóricas y engorrosas, sobre sus propuestas económicas. Y no pudo incluir en el debate cuestiones como la inflación y los precios, la incertidumbre o la escasez de reservas.
Massa se mostró más formado y con conocimiento y Milei, por el contrario, visibilizó su inexperiencia. Lo hizo en una cuestión puntual como la referencia de Massa al GEDE, el sistema de Gestión Documental Electrónica, que se usa para trámites administrativos internos del Gobierno.
Detrás del “vos o yo” con el que Massa buscó instalar el antagonismo con Milei y, en el mismo movimiento despegarse de Cristina, también puso sobre la mesa un asunto que marcó el tramo final de la campaña: que la discusión es sobre lo que significa Milei, tanto con sus propuestas como con su personalidad, un plebiscito sobre si Milei debe o no ser presidente. En el “vos o yo”, Massa intentó llevar la discusión hacia lo que expresaba su rival y buscó generar la contradicción a partir de cambios en sus propuestas.
En ese proceso, Massa logró que Milei revalide algunas posturas temerarias, como la ruptura de relaciones con Brasil y China. Milei no parecía tener claro el tema.
Otro episodio que se leyó como un fallo de Milei fue el referido a Malvinas, en el que volvió a reivindicar, a Margaret Tatchert, que fue primera ministra de Inglaterra durante la guerra de Malvinas. Massa insistió con el punto y la presión llevó a Milei a una comparación que banaliza la guerra del atlántico sur, al compararla casi con un partido de fútbol.
Insistió, más de una vez, con invitar a los televidentes a que busquen declaraciones de Milei sobre distintos temas “Busquen en Google”, dijo en varias ocasiones para plantear que el libertario cambió su discurso público en, por ejemplo, lo referido a la eliminación de los subsidios al transporte.
Todo estudiado, hasta el mas mínimo detalle. Según Chequeado, la más mencionada por Massa en el debate fue "Argentina" y por Milei: "Digamos".
En una semana tenemos nuevo presidente y es entre lo que vimos hoy. Habrá que evaluar luego que se plebiscito finalmente, si un candidato del gobierno que termina mal o aquel que irrumpiera para castigar a la clase dirigente. Lo mas importante vendrá después.
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