Estados Unidos e Irán, dos adversarios, han cerrado con éxito un acuerdo para el intercambio de prisioneros. A primeras horas de este lunes, cinco ciudadanos estadounidenses que habían permanecido durante años en cárceles iraníes han volado a Doha para su repatriación a Washington.
A cambio, otros cinco ciudadanos iraníes imputados o condenados en Estados Unidos han recibido un perdón. Además, el Gobierno de Joe Biden ha aceptado el desbloqueo de 6.000 millones de dólares en ingresos del petróleo de Iran, congelados en bancos de Corea del Sur que pueden ser transferidos a entidades financieras de Qatar. Ahí, y bajo estricta supervisión, podrá disponer de ellos, pero solo para “una categoría muy limitada de transacciones humanitarias”, según altos cargos estadounidenses: alimentos o productos humanitarios: medicinas, equipos sanitarios o material agrícola.
La esperanza ahora es que el pacto, negociado a lo largo de dos años y medio con la intermediación de países como Qatar y Omán, contribuya a crear confianza entre los dos antagonistas y pueda abrir el camino al relanzamiento de las conversaciones para limitar el programa nuclear iraní.
Al mismo tiempo, y ante las críticas que ya han comenzado desde la oposición republicana y que acusan al Gobierno estadounidense de debilidad, Biden ha subrayado que su Gobierno “seguirá sancionando las acciones provocadoras de Irán en la región”.
Entre los ciudadanos estadounidenses liberados, todos ellos con doble nacionalidad de Irán u originarios de ese país, se encuentran Siamak Namazi, detenido en 2015 y sentenciado a 10 años de cárcel por espionaje en un juicio que recibió numerosas críticas internacionales; Emad Shargi, un inversor también condenado por espionaje, y Morad Tahbaz, británico-estadounidense de ascendencia iraní que permanecía detenido desde 2018. Tahbaz cumplía una condena de 10 años por “contactos con el Gobierno estadounidense”.
Las relaciones entre estos dos tradicionales adversarios registro un drástico deterioro desde 2018, cuando Trump retiró a Estados Unidos de un acuerdo multilateral por el que Teherán recortaba su programa nuclear a cambio del levantamiento de sanciones.