Las elecciones provinciales de este domingo confirmaron el triunfo de los oficialismos que ponían en juego sus liderazgos, en medio de turbulencias económicas y políticas, lo que les dio la razón a los mandatarios de haber alejado las elecciones locales de la nacional de octubre. Ganaron con holgura Ricardo Quintela, en La Rioja, del Frente de Todos (FdT), que iba por la reelección; Carlos Sadir, del Frente Cambia Jujuy, ungido por el actual gobernador Gerardo Morales; y Hugo Passalaqua, en Misiones, del Frente Renovador.
En La Rioja, Quintela se impuso con 48 puntos aunque el triunfo más importante para el oficialismo riojano fue haber recuperado la capital provincial. Inés Brizuela y Doria, de Juntos por el Cambio no pudo reelegir y fue derrotada por Armando Molina, secretario de la Gobernación provincial y hombre de estrecha confianza del mandatario.
Aunque lejos de lo que se esperaba, el candidato a gobernador por el Frente La Libertad Avanza, Martín Menem, quedó en tercer lugar en la provincia y en la capital provincial. La semana pasada recibió la visita del diputado nacional Javier Milei, clave para un espaldarazo final.
En Jujuy se dio lo que se esperaba. Sadir, ministro de Finanzas de la provincia, alcanzó los 49 puntos y sucederá a Gerardo Morales. El segundo lugar y lejos, con casi 20 puntos, fue para el peronista Rubén Rivarola y el Frente de Izquierda, que llevaba a Alejandro Vilca,cosechó 14 puntos, aunque se esperaba más. Este resultado le permitió a Morales una foto de festejo junto al alcalde porteño y aspirante a la presidencia, Horacio Rodríguez Larreta.
En Misiones, Passalaqua, del Frente Renovador Neo, se quedó casi con 66 puntos, una victoria contundente, la más holgada del fin de semana y que confirmó la potencia de un espacio que cultiva el “misionerismo” pero que tiene como columna vertebral al peronismo y un amplio abanico de partidos. Uno de los principales armadores es el exgobernador Carlos Rovira.
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