
Se importó más combustible y a un precio muy superior. La Argentina achicó sus exportaciones en cantidad, pero compensó con los mejores valores internacionales.
Precios Justos, el programa que lleva la estampa de Sergio Massa,cierra su primera etapa el 28 de febrero próximo y ya está en marcha la negociación por una segunda vuelta. Desde la semana pasada la Secretaría de Comercio mantiene reuniones con ejecutivos de las principales empresas de consumo masivo para renovarlo por otros cuatro meses y, en el mismo movimiento, dar una señal que permita atribuirle cierto éxito.
El Gobierno busca instalar la idea del “sendero de desaceleración de la inflación” para lo que resulta central mostrar que los porcentajes de remarcación, aunque sea lentamente, se achican. En las empresas presumen que será una constante en la agenda de discusiones de 2023; anticipan que el programa se prolongará al menos hasta diciembre, momento en que habrá un recambio.
A diferencia de lo que ocurría con Precios Cuidados, esquema en el que las empresas se comprometían a participar con ciertos productos pero tenían libre disponibilidad para manejar el resto de su oferta, Precios Justos abarca todo. Hay un grupo de bienes congelados y el resto está sujeto a una pauta de aumento.
Renunciaron tres jurados populares y ya van seis en total desde el inicio. Argumentan que no les sirve el pago de 3.300 pesos por la cantidad de horas que están allí. Algunos perdieron su trabajo.
Persisten problemas de la calidad de empleos e inflación que impactan en el nivel de los salarios.
Elogios para “Nuestra parte de noche”, la novela ambientada en la dictadura militar.