Una crisis alimentaria sin precedentes ni final

El número de personas con hambre pasó de 282 a 345 millones en los primeros meses del año según la ONU.

Sociedad 14 de octubre de 2022
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El mundo enfrenta una crisis alimentaria sin precedentes ni final a la vista: en los primeros meses de 2022 el número de personas con hambre pasó de 282 millones a 345 millones, según datos de la ONU.

Los factores son múltiples: alteraciones climáticas fruto del cambio climático, conflictos y presiones económicas, así como la falta de respuesta de los gobiernos, limitados por problemas económicos como la depreciación de la moneda, la inflación y el endeudamiento.

La guerra en Ucrania contribuyó a incrementar el hambre, tras alterar el comercio mundial, aumentar los costos de transporte, plazos de entrega y provocar el faltante de insumos para agricultores.

Los afectados por la frecuencia e intensidad con la que se suceden las alteraciones climáticas no tienen tiempo suficiente de recuperarse entre un desastre y otro. Así, la sequía sin precedentes en el Cuerno de África está empujando a más personas a niveles alarmantes de inseguridad alimentaria, mientras se prevé una hambruna en Somalia.

Al mismo tiempo, la capacidad de respuesta de los gobiernos se ve limitada por sus propios problemas económicos -depreciación de la moneda, inflación, problemas de endeudamiento- mientras aumenta la amenaza de recesión mundial.

Todas estas circunstancias convierten a las actuaciones preventivas en el eje de la respuesta humanitaria para la protección de los más vulnerables y un elemento central del programa de la 27ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2022, (COP27) que se celebrará el mes que viene en Egipto.

 

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