
Se instaló el lema “si no es perpetua, no es justicia”. Sin embargo, los jueces pueden decidir entre al menos cinco delitos: tres de ellos implican que los acusados salgan en libertad.
“Cada vez que se impone un cambio, provoca perturbaciones”. La primera ministra británica, Liz Truss, ha intentado convencer a los afiliados del Partido Conservador, reunidos en Birmingham para su congreso anual, después de casi dos semanas de turbulencias en las que los mercados desplomaron el valor de la libra, y la rebelión interna en su propio partido ante la rebaja de impuestos a los más ricos puso en duda su continuidad en Downing Street.
No llevaba más de 10 minutos de un discurso rígido, cuando dos mujeres activistas de Greenpeace infiltradas entre el público han comenzado a interrumpir a gritos a la primera ministra. “¿Quién ha votado a favor del fracking, coreaban mientras mostraban un cartel que decía “¿Quién ha votado esto?”.
Se instaló el lema “si no es perpetua, no es justicia”. Sin embargo, los jueces pueden decidir entre al menos cinco delitos: tres de ellos implican que los acusados salgan en libertad.
El exmarino de 75 años, acusado de secuestrar, torturar y asesinar al menos a 15 personas en la última dictadura cívico militar en Argentina, se encontraba viviendo en Prenzlauer Berg, un barrio en el antiguo Berlín del Este.