

El Parlamento Europeo avaló hoy la inclusión de actividades relacionadas a la energía nuclear y gas natural en el listado de actividades económicas medioambientalmente sostenibles.
La medida, que había sido propuesta por la Comisión Europea, busca impulsar las inversiones privadas en este tipo de energías, que son consideradas "de transición", en un contexto de crisis energética en el continente producto de la guerra en Ucrania.
La propuesta, que entrará en vigencia a partir del 1 de enero de 2023, obtuvo el apoyo de la mayoría de los eurodiputados populares, liberales y de extrema derecha y el rechazo de socialistas y partidos verdes y de izquierda. En total, fue avalada con 328 votos a favor, 278 en contra y 33 abstenciones.
Críticas de la comunidad climática
La decisión adoptada desató de inmediato las críticas de la comunidad climática. ONGs como WWF y Greenpeace han anunciado su intención de llevar a la Comisión Europea a los tribunales “por adoptar una taxonomía que no cumple con los objetivos climáticos pactados en el Acuerdo de París”, según un comunicado de la European Climate Foundation. “El gas y la energía nuclear no son verdes, y etiquetarlos como tales es un flagrante caso de greenwashing’”, ha denunciado Ester Asin, directora de la oficina política de WWF. “¡Esto perjudica al clima y a las generaciones futuras!”.