

Un estudio confirma el cambio de color en aguas oceánicas: son más azules en el ecuador y más verdes en los polos.
El mar azul profundo se está volviendo un poco más verde. Si bien eso puede no parecer tan importante como, por ejemplo, el récord de temperaturas cálidas en la superficie del mar, el color de la superficie del océano es indicativo de la salud del ecosistema que se encuentra debajo.
Esconde un desafío de supervivencia para miles de especies. La tendencia reverdecida ocurre especialmente en los polos.
El motivo principal es que las zonas tropicales están perdiendo clorofila. El cambio de concentración de este pigmento que produce el fitoplancton para su proceso de fotosíntesis genera un desplazamiento de las especies hacia las aguas más frías, siguiendo a estos organismos que son clave en la cadena alimenticia marina. Como consecuencia directa tendría un impacto en la migración de cientos de peces.
El fitoplancton es mprescindible para que podamos respirar. Se estima que produce entre el 50% y el 85% del oxígeno que se libera cada año a la atmósfera. Además, retiran el dióxido de carbono y lo transforman en carbohidratos de los que luego se alimentarán otros organismos vivos.
La emigración también generaría que el océano en las zonas tropicales, próximas al ecuador, se vuelva más azul ante la ausencia de clorofila. El diagnóstico es concluyente, pero los motivos de la alteración de esta clorofila no son claros. Si bien aclaran que los hallazgos no pueden atribuirse al cambio climático, la causa principal podría ser el calentamiento de las aguas.
Contrariamente a lo que uno podría imaginar, las zonas de aguas más verdes serán más fértiles que las azules, mientras que aquellas que tengan un azul intenso estarán en problemas.