
Las grandes ciudades que se hunden
06 de junio de 2025
Yakarta, la capital de Indonesia, es una de las ciudades que se hunde más rápido del mundo.
Esta es una de las decenas de regiones costeras que se hunden a un ritmo preocupante, según un estudio de la Universidad Tecnológica de Nanyang (NTU, por sus siglas en inglés) en Singapur.
El equipo estudió el hundimiento en 48 ciudades costeras y sus alrededores en Asia, África, Europa y América. Estos lugares son particularmente vulnerables a la combinación del aumento del nivel del mar, impulsado principalmente por el cambio climático, y el hundimiento del terreno.
Basándose en el estudio y en datos de población de las Naciones Unidas, la BBC estima que casi 76 millones de personas viven en zonas de estas ciudades que sufrieron hundimientos de al menos 1 cm al año entre 2014 y 2020.
El impacto en sus vidas puede ser enorme; por ejemplo, en Tianjin, en el noreste de China, 3.000 personas fueron evacuadas de edificios de departamentos de gran altura, después que el hundimiento dejara grandes grietas en las calles cercanas.
Metrópolis como Ciudad de México, donde se observa un gran hundimiento, no fueron parte de este estudio, ya que no son ciudades costeras. El noreste de CDMX experimenta un hundimiento de hasta 42,3 cm por año, según un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México de 2022.
Los casos más extremos de hundimiento se observaron en Tianjin, China, que ha experimentado un rápido desarrollo industrial y de infraestructuras durante este siglo. Las zonas más afectadas de la ciudad se hundieron un promedio de 18,7 cm al año entre 2014 y 2020.
La tasa de hundimiento se mide desde un punto de referencia en cada ciudad, que los científicos consideran más estable que otros.
"El hundimiento es bastante común en muchas ciudades", afirma Cheryl Tay, investigadora principal del estudio de la NTU.
El agua subterránea se encuentra bajo la superficie terrestre, en grietas y espacios de arena, suelo y roca.
Constituye aproximadamente la mitad del agua que se utiliza con fines domésticos -incluida la potable- en todo el mundo. También es esencial para regar los cultivos.
Pero a medida que crecen las ciudades, las reservas de agua dulce se ven sometidas a presión. En algunos lugares, los hogares y las industrias perforan sus propios pozos y extraen demasiada agua, como en Yakarta.
Extraer cantidades excesivas de agua de esta forma durante largos periodos de tiempo comprime el suelo, lo que acaba provocando que la superficie -y todo lo construido sobre ella- se hunda.
Muchas de las ciudades que se hunden se encuentran en Asia o en el sudeste asiático. Es probable que esto se deba a que allí la demanda de agua es mucho mayor, con poblaciones que crecen muy rápido y mucho desarrollo".
Esto podría provocar un aumento de la extracción de aguas subterráneas, lo que significaría que las inundaciones serían más frecuentes, intensas y prolongadas en el futuro.
Algunos tipos de suelo se ven más afectados que otros, y Tay cree que los riesgos son especialmente graves para las numerosas ciudades costeras construidas en deltas bajos, donde los ríos se dividen antes de desembocar en el mar.
Esto incluye lugares como Yakarta, Bangkok, Ciudad Ho Chi Minh y Shanghái.
Casi la mitad de Yakarta está por debajo del nivel del mar. Su ubicación en un terreno pantanoso, donde 13 ríos desembocan en el océano, la hace especialmente vulnerable.
La combinación del hundimiento de la tierra y la subida del nivel del mar acelera el "aumento relativo del nivel del mar", afirma Tay. "Hay dos componentes: la tierra que baja y el agua que sube".
Durante la última década, decenas de personas han muerto en inundaciones en la ciudad y al menos 280.000 han tenido que abandonar sus hogares hasta que el agua retrocedió.
Hay partes de Yakarta que están 4 metros por debajo respecto a lo que estaban en 1970. Por razones como esa, Indonesia decidió construir una nueva capital, Nusantara, en una isla diferente, Borneo, a más de 1.200 km de distancia.
Está más alejada de la costa y dependerá de una enorme represa y un embalse para almacenar agua de río y lluvia. El plan consiste en purificar y distribuir agua a todos los hogares y oficinas de la nueva capital, eliminando la necesidad de extraer agua subterránea.
Sin embargo, la nueva ciudad genera controversia y su desarrollo se ha ralentizado. Ha habido críticas sobre el costo de US$ 34.000 millones y su impacto ambiental en uno de los lugares con mayor biodiversidad del planeta.
Factores naturales como los movimientos tectónicos, los terremotos y la consolidación natural del suelo (en la que el suelo se compacta y se vuelve más denso con el tiempo), también pueden influir, pero algunos expertos creen que su impacto es menor que el de la actividad humana.
Muchas ciudades costeras se enfrentan a la combinación del hundimiento del terreno y la subida del nivel del mar, por lo que buscan soluciones que, en ocasiones, pueden agravar otros problemas.
Algunas, como Yakarta, Alejandría (Egipto) y Ho Chi Minh (Vietnam), han construido diques, muros y barreras de arena a lo largo de sus costas para intentar evitar las inundaciones causadas por el mar.
Si no se producen cambios, los expertos advierten que habrá más personas como Erna, librando una batalla perdida a medida que sus hogares se desvanecen poco a poco.