
Una tormenta solar extrema impactará en la Tierra en los próximos días y provocaría apagones masivos
Sociedad El viernes
Expertos en meteorología espacial han lanzado una advertencia sobre una serie de fenómenos solares que podrían causar interrupciones en las comunicaciones, la navegación y el suministro eléctrico en los próximos días. La causa: una región especialmente activa del Sol está girando hacia una posición frontal respecto a la Tierra, lo que aumenta significativamente la probabilidad de tormentas solares de gran intensidad.
La NASA lanzó una advertencia tras detectar una potente tormenta solar que se dirige hacia la Tierra y podría impactar en los próximos días. El fenómeno fue detectado por el Observatorio de Dinámica Solar el pasado 14 de mayo, cuando se registró una erupción solar de clase X2.7, la categoría más alta en la escala de actividad solar. Esta explosión provocó apagones de radio de alta frecuencia en varias zonas de Oriente Medio, según informó la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA).
Esta llamarada, considerada la más intensa en años, no solo provocó fallas temporales en comunicaciones de alta frecuencia, sino que también estuvo acompañada por una eyección de masa coronal. Su forma particular llamó la atención de la comunidad científica, la cual decidió bautizarla como "Ala de Pájaro".
Las tormentas solares son fenómenos generados por el Sol cuando libera grandes cantidades de energía en forma de radiación y partículas cargadas. Esto puede ocurrir a través de erupciones solares y eyecciones de masa coronal, que viajan por el espacio y, si se dirigen hacia la Tierra, pueden impactar la magnetosfera.
Estas partículas pueden alterar el campo magnético del planeta, afectando de manera directa sistemas tecnológicos como redes eléctricas, satélites, comunicaciones por radio e incluso señales GPS. Cuanto mayor es la magnitud de la tormenta, más severas son las consecuencias sobre infraestructura clave. Una tormenta solar de alta intensidad puede provocar apagones eléctricos en regiones de alta magnitud, fallos en satélites de navegación y comunicación, y pérdidas temporales de conectividad en sistemas de GPS.
Además, este tipo de actividad puede provocar la aparición de auroras polares, visibles incluso en latitudes inusuales. El Servicio Meteorológico del Reino Unido ha pronosticado que las auroras boreales podrían observarse esta semana sobre el norte de Irlanda y Escocia.
Actualmente nos encontramos en el llamado 'máximo solar', el punto culminante del ciclo de 11 años del astro durante el cual sus polos magnéticos se invierten y su superficie se vuelve más inestable. Este proceso desencadena una mayor frecuencia de manchas solares, erupciones y tormentas electromagnéticas.
Las agencias espaciales y los operadores de infraestructuras llevan años desarrollando protocolos de alerta temprana y mitigación. No obstante, los científicos subrayan que una tormenta solar extrema podría tener consecuencias mucho más severas hoy en día, dado el grado de dependencia tecnológica de nuestras sociedades.
También puede interrumpir las señales de radio de onda corta, fundamentales para la aeronavegación y los servicios de emergencia.
La última tormenta solar severa comparable a este evento ocurrió en 1989, provocando un apagón masivo en Quebec. Más atrás en el tiempo, el famoso Evento Carrington de 1859 dejó fuera de servicio la red telegráfica global. Hoy, el riesgo de impactos catastróficos es más alto.
El 17 de mayo, la Tierra estableció una conexión con un agujero coronal ubicado en el hemisferio sur del Sol, lo que incrementa aún más la probabilidad de nuevas eyecciones de masa coronal.