León XIV inició su pontificado con una crítica al sistema económico que margina a los pobres

Sociedad El lunes
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En su primera misa como papa,denunció un paradigma económico que explota la Tierra y deja atrás a los más vulnerables.

El nuevo papa León XIV inauguró formalmente este domingo su pontificado con una fuerte crítica al capitalismo durante la misa en la Plaza de San Pedro, donde llamó a una Iglesia “unida” y comprometida con los excluidos del mundo.

 

Ante más de 200.000 personas y 150 delegaciones internacionales, el papa denunció que aún hoy persisten demasiadas heridas causadas por el odio, la violencia, el miedo a la diferencia y un paradigma económico que explota los recursos de la tierra y margina a los más pobres.

En su homilía, León XIV evitó referencias abstractas y centró su mensaje en la urgencia de una Iglesia caritativa, sin propaganda ni poder, y orientada al servicio, la unidad y la justicia social.

“La caridad no atrapa a los demás con sometimiento ni con medios del poder”, advirtió el pontífice.

También destacó la necesidad de una Iglesia que no imponga, sino que camine junto a las personas y sea fermento de reconciliación en un mundo herido. Además, aseguró haber sentido “fuertemente” la presencia espiritual del papa emérito Francisco durante la ceremonia en San Pedro.

En una homilía cargada de contenido pastoral y social, León XIV afirmó que el pontífice “no debe ser un líder solitario ni un jefe por encima de los demás”, sino un servidor que camina junto a los fieles, en una Iglesia que combata la exclusión y el odio.

Durante la misa, León XIV recibió los dos símbolos del papado:

El palio, una estola de lana que representa al pastor que guía a su rebaño. El anillo del Pescador, sello papal que evoca la misión apostólica de Pedro.

El rito de obediencia fue protagonizado por representantes del pueblo de Dios: un cardenal, un obispo, un sacerdote, un diácono, una religiosa, una pareja de laicos casados y un joven. Con esto, el Vaticano buscó reafirmar el carácter universal y diverso de la Iglesia actual.

Lejos de las antiguas coronaciones, la celebración fue definida como “una misa de inicio del ministerio petrino del Obispo de Roma”, un gesto que subraya la sencillez que León XIV desea imprimirle a su pontificado.

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