

La elección porteña de este domingo marcó un batacazo libertario en el histórico bastión del PRO. El vocero del gobierno de Javier Milei, Manuel Adorni, se impuso en los comicios sobre Leandro Santoro, que quedó a casi tres puntos y la candidata macrista, Silvia Lospennato.
La ciudad votó como siempre, pero distinto. El silencio se va transformando en la militancia más valiosa del momento.
En una elección marcada por una participación baja, que no llegó al 54% del padrón, el libertario sacó 30,13%, casi 500.000 votos; Santoro, el 27,35% (unos 449.000 sufragios), y Lospennato, 15,92% (poco más de 261.000). Cuarto quedó el exjefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta, con 8,08 puntos (132.000), logrando ingresar a la Legislatura.
El mapa de la Ciudad llamó la atención por la ausencia total del amarillo. El PRO no ganó en ninguna comuna porteña y CABA quedó pintada entre el violeta libertario y el verde que eligió Santoro. Así las cosas, la ciudad de Buenos Aires, sigue siendo un distrito en el que Milei tiene mala imagen.
"Jugamos como nunca, perdimos como siempre", alguna vez un medio mexicano tituló sobre una nueva derrota de la selección en un partido importante en mundiales. La frase es la que podría caberle al peronismo de la ciudad.
Sin embargo, el logro de la fuerza de Milei significa un concreto avance en la Legislatura porteña y un fuerte retroceso macrista.
Es la participación más baja desde 2003 en elecciones legislativas en CABA. La más alta fue en los comicios legislativos de 2019. Los que no votaron construyeron un acto sin huella personal. Un gesto, al que muchos le querrán poner identidad. Una vez más, cómo hace dos años, fracasarán.
La participación electoral cayó en todo CABA. Pero la caída fue mayor en las comunas más pobres.
Será mayor el aumento de la apatía con la política en segmentos populares. Lo cierto es que el subte, la ficha limpia o la crueldad, no son hoy, las principales preocupaciones de los porteños. Una democracia de baja intensidad y baja participación es compatible con el plan Milei
Entre 2019 y 2025, Macri perdió la presidencia de la Nación, perdió la provincia forzando la unificación, perdió Boca con Riquelme y CABA con Milei. El final de un proyecto nacido en 2001. La política cambió y crujen las fuerzas que eran se suponían, mayoritarias.
Ahora van por la provincia de Buenos Aires. Y por esa entelequia que aún sobrevive, el peronismo, aunque está visto que Milei hoy no canaliza toda la apatía y el hartazgo de la política.