

Una falla eléctrica desató caos, desconcierto y ensayos de supervivencia en España. La insólita situación reveló la fragilidad de una sociedad hiperconectada. Habían pasado solo unas pocas horas sin luz, incomunicados. Muchos no lo sabrían, pero pronto todo volvería a la normalidad. Era una suerte de ensayo del apocalipsis.
Regresa la energía tras el gran apagón masivo que, a esta hora, ayer afectaba a miles de usuarios en toda España, Portugal, Italia, Alemania, Reino Unido y el sur de Francia. Después de ocho horas, el servicio comenzó a reactivarse por zonas.
Por la caída del suministro, aviones, trenes, subtes, semáforos y la conectividad aérea dejaron de funcionar.
Según el director de Servicios a la Operación de Red Eléctrica de España, Eduardo Prieto, la falla llegó de Francia. No se descarta que haya sido un ataque informático. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, convocó a una reunión del Consejo de Seguridad Nacional. Fue el peor apagón de su historia.
Cataluña revisa la posible afectación de 116.000 vacunas, revisa el 20% de las existencias de sus vacunas tras el apagón. La Generalitat almacena unas 470.000 dosis en sus almacenes territoriales y otras 582.000 (incluyendo las vacunas antigripales) en centros de vacunación, hospitales o centros de salud. Según los primeros datos recogidos, entre el 20% y el 25% de las dosis de los centros de vacunación requiere una valoración, mientras que el resto son aptas tras una afectación máxima de 24 horas.