

ONU Mujeres presentó una radiografía de la desigualdad de derechos en materia de género en el país, que publica cada cuatro años. Los principales problemas que enfrentan las mujeres en la Argentina son la violencia, la sobrecarga de las tareas de cuidados, la feminización de la pobreza y la baja participación en espacios de decisión.
El informe resalta que las mujeres enfrentan múltiples barreras que ponen en riesgo su autonomía económica. Algunas de estas barreras son la menor participación en el mercado laboral, el desempleo, la informalidad, la sobrerrepresentación en sectores feminizados que ofrecen menores ingresos o la subrepresentación en los cargos jerárquicos. Una de las consecuencias más graves es la feminización de la pobreza. La brecha de pobreza entre varones y mujeres es particularmente elevada, de casi 10 puntos, entre los 25 y 44 años, momento en el que las mujeres están en edad reproductiva o a cargo de niños/as y adolescentes.
Impulsado por Ecofeminista, hoy se busca visibilizar la distancia de ingresos entre mujeres y varones asalariados en Argentina. El año pasado cerró en 26,2%. Aunque la participación de mujeres en el mercado laboral creció en los últimos 40 años, la brecha salarial se mantiene. En un año la mujer tiene que trabajar cuatro meses más para igualar el salario de los varones.
Las mujeres son también mayoría entre las personas en pobreza extrema, condición de ingresos insuficientes para comprar una canasta básica de alimentos. En 2023, cada 100 varones en condición de pobreza extrema había 109 mujeres. Asimismo, entre 2017 y 2024, el porcentaje de mujeres de más de 15 años sin ingresos propios oscilaba entre el 21% y el 26%, y en el caso de los varones de las mismas edades entre el 16% y el 22% (INDEC, 2024).
Un reciente estudio de ONU Mujeres y CEPAL advierte sobre la vulnerabilidad financiera en la que se encuentran 1,1 millones de hogares monomarentales en el país, ya que siete de cada diez familias encabezadas por mujeres con niños, niñas y/o adolescentes a cargo recurren al financiamiento para cubrir necesidades básicas como estrategia de supervivencia, y en menor medida, para la compra de bienes de capital o inversiones en emprendimientos productivos. Las mujeres también piden dinero prestado para pagar deudas previas y dependen en mayor medida de préstamos de familiares o personas cercanas, del fiado en comercios locales y, de forma creciente, de préstamos formales otorgados por las aplicaciones móviles.
Asimismo, la violencia contra las mujeres en Argentina es uno de los problemas más graves, estructurales y persistentes que afecta todas las edades, clases sociales y regiones. Ell 45% de las mujeres en Argentina atravesó algún tipo de violencia de género en el ámbito doméstico, siendo la expareja la principal figura agresora. Entre quienes atravesaron situaciones de violencia de género a lo largo de su vida, solo el 21% manifestó haber denunciado.
Al observar la violencia más extrema, según los datos más actualizados de la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, hubo 250 víctimas directas de femicidio. Un 88% de las víctimas mantenían una relación previa con el agresor: en la mayoría de las situaciones (64%) dicha relación era de pareja, expareja o sexoafectiva. El promedio de edad era de 38,3 años: el 9% eran niñas y adolescentes (0 a 17 años), el 10% tenía entre 18 y 24 años, el 26% entre 25 y 34 años, el 24% entre 35 y 44 años, el 20% entre 45 y 59 años y el 11% 60 años o más.
Por lo que respecta a la participación de las mujeres en espacios de toma de decisión, uno de los ámbitos donde se agudiza más el techo de cristal es la justicia. Un informe de la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia de la Nación muestra que, a pesar de que las mujeres representan el 57% del total del plantel, en los rangos más altos (ministra, defensoras y procuradoras generales) ocupan solo el 29% de los cargos y a nivel de magistradas, defensoras, procuradoras o fiscales, son el 46%. Actualmente, en la Corte Suprema de Justicia de la Nación el 100% de ministros en funciones son varones.
En resumen, a lo largo de todas las temáticas analizadas, el análisis reitera problemáticas que ya fueron reflejadas, lo que corrobora una vez más el carácter estructural de las desigualdades que enfrentan las mujeres y la necesidad de seguir profundizando en políticas públicas para abordar estas problemáticas.
Otro de los hallazgos destacados es que Argentina cuenta con un marco normativo y legal robusto para el avance de los derechos de las mujeres.