Multa histórica a cuatro compañías aéreas de bajo costo por prácticas consideradas abusivas como cobrar a los pasajeros por llevar equipaje de cabina.
España ha sancionado con más de 150 millones de euros a Ryanair, Volotea, Vueling y EasyJet por la aplicación de cargos extra a los usuarios por subir equipaje a bordo o por la selección de asiento cuando el viajero va a acompañado por niños o personas dependientes, según ha adelantado la Cadena SER.
Esta sanción, la más grande jamás impuesta por prácticas contra los consumidores, responde a una serie de prácticas consideradas abusivas y que ahora quedan técnicamente prohibidas.
Cobro por Equipaje de Mano: La principal infracción sancionada, es el cobro por llevar equipaje de mano a bordo, una práctica común en estas aerolíneas.
Selección de Asiento con Recargo: Se sanciona el cobro por selección de asiento cuando se viaja con personas dependientes, como asignar asientos separados a padres e hijos y cobrar un recargo si se desea volar juntos.
Falta de Transparencia: Se penaliza la falta de transparencia en la información contractual, donde el precio inicial mostrado en pantalla aumenta significativamente al final del proceso de compra.
Prohibición de Pago en Metálico: También se sanciona la prohibición del pago en metálico en la compra de billetes en los aeropuertos.
Cobrar por no llevar un billete imprimido en papel: Ryanair cobra 20 euros por imprimirlo, un "costo desproporcionado" que supone una práctica abusiva.
A pesar de la contundencia de la sanción, los beneficios de las aerolíneas han sido tan elevados que la multa representa apenas el 5% de sus ganancias. Ryanair, por ejemplo, presentó un beneficio neto de 1.920 millones de euros, récord histórico.
Easyjet batió su propio récord con un beneficio de 380 millones de euros de beneficio neto. Vueling casi duplicó sus beneficios el año pasado (los aumentó un 97%) hasta los 396 millones. Volotea, que llevaba cuatro años en pérdidas, sólo ha dicho que su beneficio neto este año será positivo.
El Tribunal de Justicia de la UE ya había dictaminado en 2014 que el equipaje de mano no puede ser objeto de un suplemento de precio. Sin embargo, estas prácticas continúan siendo comunes.
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