Los equipos de rescate continuaron evacuando a las personas atrapadas por las inundaciones en el estado de Rio Grande do Sul, al sur de Brasil, donde ya se reportaron 95 muertos, mientras centenares de pobladores buscan desesperadamente alimentos y suministros básicos..
En paralelo, a las afueras de Eldorado do Sul, a 17 kilómetros de distancia de Porto Alegre, familias enteras debieron abandonar sus hogares, cargando con algunas pocas pertenencias en mochila. Varias personas que se marcharon debieron dormir al costado de la ruta y declararon estar pasando hambre.
Según indicó la agencia estatal de Defensa Civil del país vecino, el número de víctimas mortales ya ascendió a 95, aunque se encuentran investigando otras muertes. En paralelo, 131 personas continúan con paradero desconocido y otras 155 mil perdieron sus hogares.
En Porto Alegre, ciudad brasileña a orillas del río Guaiba de 1,3 millones de habitantes, las calles del centro quedaron completamente cubiertas por la inundación. Ante este escenario, los locales comerciales debieron racionar la venta de agua mineral y los ciudadanos se fueron encontrando con supermercados vacíos y estaciones de servicio cerradas.
Laos trabajos de rescate se vieron perjudicados por la enorme cantidad de agua, por lo que docenas de personas aún permanecen en sus viviendas destruidas, a la espera de ser evacuadas en botes o helicópteros. Asimismo, pequeñas embarcaciones se encuentran recorriendo la zona en busca de sobrevivientes.