Tanque lleno

La inflación de noviembre, la última del Gobierno de Alberto Fernández, fue del 12,8% y marcó una fuerte suba de cuatro puntos y medio en comparación a octubre, informó ayer el INDEC.

Este aumento de precios mensual es el más grande en lo que va del año y el más alto de los últimos 32 años. En lo que va de 2023 el IPC acumuló una variación de 148,2%, mientras que en la comparación interanual el incremento alcanzó el 160,9%.

La suba de precios estuvo liderada por los aumentos en Salud (+15,9%), producto de las subas en los medicamentos y en las prepagas; alimentos y bebidas no alcohólicas (+15,7%), con subas en aguas, gaseosas, frutas, verduras y legumbres; y Comunicación (+15,2%), por los incrementos en servicios de telefonía móvil e internet.

En cuanto al aumento de alimentos y bebidas, cuando se observa su evolución en los últimos doce meses, es de 183,6%, casi 23 puntos porcentuales por encima del índice general.

En ese índice se deja ver el fuerte impacto que tiene sobre las canastas básicas la inflación y el mayor golpe a las clases bajas que gastan relativamente mas en comida. En estos números está la explicación del aumento de la pobreza y la indigencia.

Hablando de aumentos, después de la devaluación, la petrolera Shell dispuso una suba del 37% promedio en el precio de sus combustibles en sus más de 600 estaciones en el país.

Las petroleras YPF y Axion comenzaron esta mañana a ajustar los precios de los combustibles un 37% en distintos puntos del país.

Las naftas registran subas de alrededor del 65% en menos de una semana, tras los incrementos del fin de semana pasado y de las últimas horas. Desde el triunfo de Javier Milei en el ballotage del 19 de noviembre se duplicó el precio de los combustibles.

En CABA, el litro de super en YPF alcanzó los $600. En Rosario y en Córdoba, el mismo combustible se vende a $639.