

Romper Juntos por el Cambio anidó en las cabezas de Patricia Bullrich y Mauricio Macri la misma noche del domingo pasado.Luego de ponerle cara a la derrota y abrazarse entre sollozos arriba del escenario de Costa Salguero. Lo cierto es que quien digitó toda la jugada, estuvo ausente. Eso es poder. Al final el jefe no era la hermana. Era Mauricio.
El acuerdo inicial es que Bullrich y Macri serán amplificadores de la campaña de La Libertad Avanza contra el kirchnerismo. “Hay que atacar a Massa”, ess será la narrativa. Pretender que, un espacio político que en los dos últimos años hizo todo mal luego de derrotar en 2021 al peor gobierno de la democracia, de repente, esté lúcido para tomar buenas decisiones a largo plazo es de una ingenuidad infinita.
En 2003, con el triunfo de Kirchner y la primera experiencia electoral, fallida, de Macri empezó a configurarse un ecosistema partidario y político que se termina de romper. Pasaron 20 años.
Elsa ruptura del sistema de partidos y el “reseteo” no es sólo la implosión de JXC. Es también el reagrupamiento en torno a la idea de “un gobierno de unidad nacional en base a proyectos”. Uno es destrucción, el otro se verá.
Es hasta difícil generar miedo frente a tal nivel de improvisación. El gobierno necesitaría pegarse un tiro en los pies de manera voluntaria. Afortunadamente tiene en sus filas a las personas indicadas para tamaña faena.
La bomba se cargó durante toda la noche para explotar con dureza por la mañana. Ayer a las 7 el PRO suspendió su reunión de mediamañana. Todavía Bullrich no había avisado que esperaba a la cúpula amarilla en su casa, cuando Horacio Rodríguez Larreta se reunió con su gabinete porteño a las 8 en el Centro Cultural Recoleta.
La excandidata anunció una conferencia de prensa de un momento a otro junto a quien fue su compañero de fórmula, el radical Luis Petri. La UCR se puso en guardia: Ernesto Sanz –cofundador de Cambiemos con Macri y Carrió– advirtió públicamente que estaba en riesgo el espacio y Morales ratificó la reunión del partido en su comité de Alsina de las 14. JxC ya estaba quebrado a partir del quiebre del PRO por decisión de Macri y Bullrich. La bomba había estallado.
Las 24 horas frenéticas del quiebre definitivo de JxC terminaron con Milei y Bullrich escenificando su pacto en la pantalla de TN. Fueron entrevistados por separado, pero respondieron con el mismo guión. Entre una intervención y otra posaron para una foto. “Qué revolución armamos”, comentó el libertario y le comentó el meme del león y el pato que publicó en su X. Bullrich le devolvió las gentilezas: “Que sea un buen gobierno”, le dijo al estrecharle la mano. La oposición ya no es lo que fue.