

La desigualdad aumentó en el primer trimestre en comparación con el año pasado, según datos del INDEC: el coeficiente de Gini –en el que el cero representa el nivel de mayor igualdad– pasó de 0,430 en los primeros tres meses de 2022 a 0,446 este año.
La brecha entre las familias con mayores ingresos y las de menores fue de 14 veces. Entre las personas que recibieron ingresos el promedio fue de $123.782. Todavía existe una amplia brecha de género: hubo una diferencia de $40.299 en el ingreso promedio entre varones y mujeres.
En marzo, una familia necesitó tener ingresos por $191.228 para no ser pobre. Según el ingreso per cápita familiar, casi el 50% de la población no alcanzaba ese nivel.
El coeficiente de Gini mide la desigualdad de manera que cuanto más cercana sea el valor a cero, menor desigualdad hay. En comparación al último trimestre de 2022, la desigualdad creció de 0,413 a 0,446.
La brecha de ingresos entre las familias más ricas y pobres pasó de 12 a 14 veces.
El 10% de la población con mayor ingreso per cápita familiar concentró 33,8% del total del ingreso, 19 veces más que el 10% con menores ingresos.
El ingreso total de la población tuvo una media de $79.007, en comparación a los $58.564 del trimestre anterior.
El ingreso medio de la población con ingresos fue de $123.782. El ingreso medio de los varones fue de $144.263, mientras que el de las mujeres fue de $103.964. Los varones ganan 24,2% más que las mujeres, mayor a la del trimestre anterior pero menor a la del mismo trimestre del año pasado.
El 76,6% de los ingresos fueron laborales, 1,1 puntos menos que el trimestre anterior, y el 23,4% no laborales, 1,1 puntos más que el anterior.
Los asalariados fueron 9,8 millones y tuvieron un ingreso medio de $120.973. Los no asalariados fueron 3,4 millones con un ingreso de $97.898.