

Según un estudio de la ONU, menos de la mitad de lo que se paga en el mundo por agua embotellada alcanzaría para que cientos de millones pudieran acceder a agua corriente por años.
El estudio afirma que la industria de las embotelladoras de agua condicionó el alcance de los sistemas de agua corriente y ralentizó la posibilidad de que se alcance el acceso universal al recurso distrayendo la atención y los recursos necesarios para lograrlo.
El análisis abarca industrias embotelladoras de 109 países de todos los continentes. La ONU verificó que en 40 estados ciertas compañías toman un bien público a bajo costo, lo tratan y lo venden con sobreprecio sin garantizar que el producto sea seguro y con mínima regulación estatal.
Además, se destaca que la industria tiene proyecciones de expandirse casi al doble para 2030, por lo que será importante robustecer las regulaciones y controles, tanto en seguridad alimentaria como por sus impactos ambientales. Acá podés leer el informe.
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