El nuevo índice de consumo que elabora la Cámara Argentina de Comercio y Servicios mostró un alza el mes pasado del 5,5% respecto a enero del año anterior, pero una leve caída del 0,3%, lo que en la práctica es un parate, si se lo compara con diciembre último y se descuenta la estacionalidad. El volumen de ventas de todos los rubros medidos en este indicador se ha recuperado del bajón de la pandemia, pero se encuentra casi igual que en enero de 2020, apenas un 0,1% por debajo de ese mes previo a la cuarentena decretada en marzo de aquel año.
“Uno de los factores que explica la magra performance relativa del índice en enero se vincula con la capacidad de compra de los hogares, que mostró en el arranque del año una contracción mensual de más del 6% y una baja del 1,6% en la comparación interanual”, señala el informe de la CAC y se lo vincula con la falta de dinamismo económico, inflación elevada y aumentos de tarifas. En la primera mitad de 2022 crecía el consumo, incluso más que la economía por un efecto poscuarentena, de compras postergadas y deseos de salir a recrearse y viajar, pero en el segundo semestre se aplacó a partir de la suba de la inflación en medio de cambios de ministros de Economía y salto del dólar paralelo.
El índice del consumo de la CAC se compone por la variación de las ventas de diversos rubros, cada uno ponderado con la siguiente proporción: alimentos y bebidas no alcohólicas, 22,7%; bebidas alcohólicas y tabaco, 2%; prendas de vestir y calzado, 6,8%; vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, 14,5%; equipamiento y mantenimiento del hogar, 5,5%; salud, 6,4%; transporte, 14,3%; comunicaciones, 5,1%; recreación y cultura, 8,6%; educación, 3,1%; restaurantes y hoteles, 6,6% y bienes y servicios varios, 4,4%. El consumo interno representa el 70% de la economía argentina.
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