El flamante ministro de Economía, Sergio Massa, organizó una fiesta para su asunción en el gabinete nacional y la tropa propia se cebó: “Borombombóm, borombombóm, somos del Frente Renovador”. Corrió un rayo de incomodidad en el Museo del Bicentenario cuando la banda massista festejaba.
Sucede que todavía hay frentes de batalla adentro del Gobierno por los cargos que pueden hacer crujir la tensa unidad del Frente de Todos, acaso la tarea más trabajosa del proceso oficialista que desembocó en la asunción de ayer. Ese canto sonó a guerra, más que a humo blanco.
El nuevo dueño de la pelota económica quiere tener a todos los jugadores alineados, pero le queda un lugar de la cancha sin control: la Secretaría de Energía.
Los ejes de la gestión de Massa: dólar, reducir el déficit y reforzar las reservas
El ministro viajará este mes a EEUU y Francia para reuniones con el FMI y el Club de París.
Tras la asunción, se realizaron los primeros anuncios. Algunos de ellos:
- se buscará cumplir la meta de 2,5% de déficit fiscal para este año;
- no se utilizarán los Adelantos del Tesoro en lo que resta del año;
- continúa el congelamiento de la planta del Estado;
- se va subsidiar la luz por consumo, hasta 400 kw y alcanzando el 80% de los usuarios pero solo el 50% del consumo del total residencial (mismo esquema para gas);
- se van a aprobar por DNU los regímenes para sectores de agroindustria, minería, hidrocarburos y economía del conocimiento;
- habrá un adelanto de exportaciones acordado con pesca, agro y minería por el cual ingresarían 5.000 millones de dólares en los próximos 60 días;
- se acordó un nuevo programa con la CAF por 750 millones de dólares, más los 1200 millones acordados con organismos internacionales de programas vigentes;
- el 10 de agosto se anuncia el índice de movilidad jubilatoria con un refuerzo para jubilados;
- habrá una auditoría sobre los programas sociales que realizarán las universidades;
- se va a licitar el segundo tramo del gasoducto Néstor Kirchner.
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