Los movimientos de Cristina

En menos de un mes, la vice recibió dos veces al embajador de Estados Unidos en Argentina.

El País 27 de abril de 2022
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En la segunda estuvo, además, Richardson, jefa del Comando Sur, cita que se planificó con antelación. Cristina retoma el diálogo con Washington luego de haber tenido un vínculo complicado durante la última parte de su mandato.


Laura Richardson, la generala que jefa del Comando Sur del ejército de EEUU, no se verá con Alberto Fernández. En otro contexto, sería una no noticia porque por el cargo que ocupa sus audiencias son a nivel ministerial y, por eso, no corresponde -ni es habitual- que se vea con presidentes. 

Cuando los Fernández definieron el ajedrez de relaciones exteriores, la vice intervino sobre dos destinos en particular: Moscú y Beijing. Alberto puso en Washington a uno de sus más viejos amigos, Jorge Argüello, que ya había ocupado ese cargo durante el segundo mandato presidencial de Cristina.

Alberto Fernández estuvo en Moscú y se ofreció como “puerta de ingreso” de Rusia en América Latina, una frase que generó malestar en el Departamento de Estado, y cuyo impactó se magnificó cuando, 20 días después, Vladimir Putin invadió Ucrania.

El 8 de abril, quizá para enmendar aquel tropiezo, Argentina votó a favor de suspender de Rusia en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.

La doble visita del embajador de EEUU a la oficina de la vice, en menos de un mes activa, de mínima, interrogantes. 

El segundo encuentro, el último martes, puede procesarse en otro plano porque más allá del protocolo de Stanley, recién llegado a la Argentina, la presencia de Richardson excede ese trámite.

El movimiento de Cristina se interpreta en varias dimensiones. La oposición, en particular se adueñó de la relación con EEUU, y los encuentros de la vice desacomodan ese statu quo.

Una lectura es que la vice se enfoca en reconstruir el vínculo con EEUU como parte de una hipotética candidatura presidencial para el año próximo.

No solo por la crisis de Rusia, sino porque la región adquiere un giro hacia el centro. Lula eligió como segundo de su fórmula al conservador Geraldo Alckmin y Gabriel Boric designó como ministro de Hacienda a Mario Marcel, que fue presidente del Banco Central de Chile con Sebastián Piñera.

Otra lectura que se podría hacer es sobre el diagnóstico que Cristina tiene sobre las elecciones del 2023. Ante la hipótesis de una derrota, puede leerse como un movimiento preventivo, frente a lo que adivina que podría venir: otra andanada de fuego político y judicial como el que padeció desde que dejó la presidencia en 2015.

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