La peregrinación a La Meca: refuerzo de la seguridad y la prevención ante el calor

Cada año, miles de fieles musulmanes realizan una peregrinación hacia La Meca, la primera ciudad santa del islam, para llevar adelante uno de los rituales religiosos más importantes del mundo.

La Meca se encuentra en la región occidental de Arabia Saudita, en un valle desértico rodeado de montañas. Está ubicada a unos 70 kilómetros al este del Mar Rojo y aproximadamente a 277 kilómetros al sur de Medina. 

Este año, el número de los peregrinos procedentes del exterior es de 1.457.230, de los que 1.404.2018 llegarán por vía aérea; 65.918 por tierra, y 5.094 por mar, quienes harán los correspondientes ritos entre el 4 y el 9 de junio.

Desde ese miércoles, miles de personas de todo el mundo dieron comienzo a los rituales del “hach”, en medio de una ola de calor que enciende algunas alertas en las autoridades de Arabia Saudita.

Los hombres deben vestido una prenda blanca sin costura, mientras que las mujeres deben usar algo amplio del mismo color que solo muestre su rostro y manos. Esto, como un símbolo de limpieza y unión.

Así se da comienzo al ritual, que es uno de los cinco pilares del islam. Según la tradición, todo musulmán adulto que tenga los medios, debe concurrir al menos una vez en su vida a La Meca.

En medio de las celebraciones, las autoridades de Arabia Saudita pidieron a los fieles que no abandonen sus carpas acondicionadas para pasar la ola de calor, que temperaturas que rozan los 40°. Esto para evitar muertes, ya que en 2024 hubo 1.300 personas que perdieron la vida por esta situación.

Los rituales comienzan en La Meca a primera hora de la mañana del octavo día del último mes islámico, y se extienden hasta el día 12 o 13.

Tras dar siete vueltas a la Kaaba, el lugar hacia el que deben rezar cinco veces al día, en la puesta de sol comienzan a hacer el ascenso al Monte Arafat. En este lugar, se cree, fue donde Mahoma dio su último sermón.

En los días posteriores, se celebra el Eid al-Adha, conocido como la fiesta del cordero, en donde sacrifican a este animal como representación del sacrificio de Abraham.

Ya en el último día, los musulmanes vuelven a dar siete vueltas de despedida alrededor de la Kaaba antes de abandonar la Gran Mezquita.