

La empresa de medicina prepaga Omint deberá pagar una multa de 5 millones de pesos por haberle negado a una mujer el acceso a un aborto legal.
La decisión ocurrió hace un par de semanas y ahora se dio a conocer. Fue a partir de una denuncia en Defensa del Consumidor, con el patrocinio de Amnistía. Al final, la paciente pudo hacerse el procedimiento pero en otro centro de salud.
A las 11 semanas de gestación, a la mujer le informaron que su embarazo no era viable por “malformaciones fetales incompatibles con la vida” y decidió interrumpirlo, como habilita la Ley 27.610. Su médico se negó a hacer la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) y no le informó que podía hacerlo con otro profesional.
Las obras sociales y prepagas y los centros de salud a través de los que prestan sus servicios están obligados a:
✅ Incluir la IVE/ILE en sus prestaciones
✅ Informar debidamente
✅ Derivar adecuadamente
✅ Garantizar atención en 10 días
✅ Brindar un trato digno
✅ Respetar autonomía y dignidad
Desde el año 2022, Defensa del Consumidor sancionó a otras empresas por negar derechos vinculados al aborto legal y atendió 474 reclamos en este sentido. En el primer año de gobierno de Milei aumentaron 275% las denuncias por obstáculos en el acceso al aborto legal, seguro y gratuito.
El dato fue informado por Amnistía Internacional en base a la cantidad de personas que recurrieron a la organización durante el 2024 tras haber encontrado trabas en el sistema de salud al momento de solicitar una IVE.
Entre los motivos que se reportaron figuran la falta de misoprostol y mifepristona en los establecimientos, insumos que el gobierno nacional dejó de comprar y distribuir a las provincias, atentando contra un derecho consagrado por ley desde 2020.
También se registró desinformación o ausencia de información oficial. Sin ir más lejos, el 80% de las mujeres, previamente había intentado comunicarse con línea 0800 del Ministerio de Salud, pero, o no logró contactarse o no obtuvo respuestas adecuadas.
Detrás de la ofensiva del gobierno contra los derechos sexuales y (no) reproductivos no hay solo vocación de ajuste. Es por sobre todo el intento de reponer en el imaginario social al cuerpo de las mujeres como mero receptáculo para la reproducción. Un objeto sobre el cual los varones se sientan habilitados a depositar su malestar cotidiano ejerciendo violencia, en lugar de rebelarse contra el sistema que lo ocasiona. A su vez, derogando el aborto legal, Milei busca fomentar la sumisión en la población femenina, para evitar que levante cabeza contra sus políticas de hambre.
Como vemos, el ataque a la marea verde por parte de los fachos que nos gobiernan esconde objetivos profundamente antiobreros. Por eso el movimiento de mujeres y diversidades debe volver a inundar las calles, ganar a las pibas más jóvenes a esa lucha que hace cinco años atrás arrancaba una conquista histórica y fundirse con el conjunto del pueblo trabajador para derrotar a Milei y su agenda reaccionaria. A diez años del primer Ni Una Menos, retomemos el camino de la movilización que supimos emprender.