Nadie con el logró comprender la magnitud de lo que enfrentaba el país como aquellos artistas capaces de poner en palabras ello que sentía una sociedad. En un período de la historia en el que Argentina buscaba recuperarse de una década marcada por la la censura, Charly García, desde el otro lado del continente, escribió un testimonio de resistencia y libertad de expresión que cambió la historia del rock nacional después de la Guerra de Malvinas.
La obra, además de convertirlo en un referente cultural de alcance global, confirmó el inicio de la soberanía que la democracia prometía. Porque “Clics Modernos”, es y seguirá siendo, precisamente eso: un eco de la historia de toda una nación en busca de su voz.
Argentina estaba saliendo de un oscuro período de dictadura militar. Durante ese tiempo, la represión y los crímenes de lesa humanidad habían dejado a un país desolado. Sin embargo, la elección de Raúl Alfonsín como presidente en 1983 marcó un punto de inflexión, señalando el regreso a la democracia y un nuevo comienzo para la Nación. Y, con la restauración del gobierno popular, se abría una nueva etapa llena de promesas, y Charly se encontraba en el epicentro de esa transformación.
Su elección de ubicación no fue mera casualidad; a unas cuadras de distancia se encontraba el emblemático Electric Lady Studios. Este estudio de grabación, fundado por el legendario Jimi Hendrix en 1970, se había convertido en un símbolo de la ciudad estadounidense y en un epicentro de la creatividad musical.
La portada del álbum, al igual que muchos aspectos de la vida de Charly, tiene una historia detrás. El disco, que en un principio iba a llamarse "Nuevos trapos", sufrió una transformación inesperada cuando el cantante se vio sorprendido por una imagen mientras paseaba por la ciudad. Se encontró con una silueta negra que presentaba un corazón blanco y la inscripción "modern clix", el nombre de una banda underground norteamericana. Aquel arte provocó un cambio de rumbo, llevando a modificar no sólo el título, sino también su tapa. La fotografía tomada por Uberto Sagramoso se convirtió en un elemento fundamental en la creación. Hoy, aquella calle de Nueva York lleva su nombre en conmemoración a su obra de arte.
“Nos siguen pegando abajo" hace referencia a la violencia y la represión ejercida por los "hombres de gris".
“Nuevos trapos" un funk criollo que a medida que avanza, cuestiona la aparente indiferencia de la sociedad frente a los eventos traumáticos, señalando cómo, a pesar de ello, la gente sigue bailando y disfrutando de la vida.
Hambriento de libertad de expresión, Charly da la bienvenida al lado B con "No me dejan salir", el himno del inicio de la democracia en Argentina. Del comienzo de una nueva era.
Clics Modernos llega a su clímax con "Los dinosaurios". "Los amigos del barrio pueden desaparecer”.
Sin embargo, el cierre perfecto llega con “Ojos de videotape", donde Charly ofrece una melodía que evoca imágenes cinematográficas y un efecto gradual que anticipa el desenlace.
Resistente al paso del tiempo, es una crónica que está más viva que nunca. Su influencia y relevancia siguen tan vigentes como en el día de su lanzamiento, hace ya 40 años, son un recordatorio constante de la importancia de la democracia y de la lucha por la libertad de expresión.
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