Portofino: el pueblo italiano que lucha contra las selfies

Se trata de un pequeño pueblo pesquero, de poco más de 500 habitantes, situado en la Riviera italiana. Destaca por su enorme belleza, casas coloridas y una gastronomía envidiable. Un municipio con estas características, lógicamente, se ha convertido en un cotizado destino turístico y por eso sus autoridades han tomado una medida para evitar las congestiones provocadas por el exceso de visitas: multas por hacerse selfies.

El ayuntamiento de Portofino ha introducido una serie de zonas sin espera, con el objetivo de que los turistas no permanezcan en estos lugares más de la cuenta. Y esas áreas, por supuesto, incluyen los principales puntos de interés, así como los lugares más fotogénicos.

Esta decisión se ha tomado debido a que estos lugares están muy concurridos durante la época vacacional, provocando atascos masivos de vehículos y calles bloqueadas. Las personas se detienen a tomar fotos y terminan generando un colapso que ha perjudicado al día a día del pueblo.

Las multas para aquellos que no cumplan son cuantiosas y van a obligar a rascarse el bolsillo. Se ha fijado una cantidad máxima de 275 euros por detenerse demasiado tiempo en esas zonas sin espera.

Portofino no es el primer lugar en el mundo que ha tomado medidas contra los selfies. En Nueva York y California está prohibido hacerse una autofoto en zoos y áreas en las que haya animales salvajes detrás. El motivo, en este caso, es claro, evitar algún ataque.

Hay también ciertas áreas de la Torre de Londres en las que no se pueden tomar instantáneas por seguridad. Entre ellas, el lugar en el que se guardan las joyas de la corona.