El gobierno sobrevivió a dos mociones de censura que hubieran significado la caída del Gabinete de la primera ministra, Élisabeth Borne.
La principal moción, apoyada por varios partidos de la oposición, consiguió 278 votos y estuvo a solo 9 de los necesarios.
El rechazo a ambas mociones significa la adopción definitiva de la reforma jubilatoria, que fue adoptada sin el voto de los diputados la semana pasada. Algunos partidos ya adelantaron que impugnarán el proyecto en el Consejo Constitucional. El jueves está prevista una novena jornada nacional de huelgas y protestas.
En las calles de París las huelgas continúan y los sindicatos han dicho que continuarán con las protestas contra la reforma.
En distintas ciudades han estallado disturbios en los últimos días y hacen que Macron enfrente desafíos a su autoridad que no veía desde las protestas de los “chalecos amarillos” hace más de cuatro años.
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