El Estado financiará un proyecto para tratar con hongos la depresión y ansiedad en pacientes oncológicos

Sociedad 18 de marzo de 2023
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Ain Stolniker tiene 35 años, nació en la ciudad de Córdoba, pasó la adolescencia en Nueva York y luego volvió a Argentina.

Es médico clínico recibido en la Universidad de Buenos Aires -MN 173182- y ahora hace la especialización de Psiquiatría en el Hospital de Clínicas de San Martín.

Hace unas semanas, el Conicet le otorgó una beca doctoral que financia el proyecto que presentó: “Los efectos de retiros de meditación en la reducción de la ansiedad y la depresión mediada por psilocibina en pacientes con diagnóstico de cáncer que pone en riesgo la vida”. La psilocibina es un psicodélico de origen natural que producen los hongos psilocibe, más conocidos como “hongos cucumelo”, cuyo cultivo, uso y venta está prohibido pero que se utiliza de manera recreativa.

Stolniker se crió en una familia de psicólogos y psiquiatras, iba con ellos a retiros de meditación y enseñanzas budistas en Tashigar, en las sierras de Córdoba. A veces recibían a Lamas que llegaban de India y se quedaban en su casa. “Mi papá me hablaba, y lo sigue haciendo, del tipo de experiencias alteradas de conciencia que podían alcanzarse con ciertas prácticas y de sus experiencias personales con psicodélicos. Como mi mamá es psicóloga y mi papá psiquiatra, se hablaba seguido en casa sobre algún caso que estuvieran tratando. Estoy seguro de que todo esto tuvo un efecto en quien soy hoy y no es casual que me esté dedicando a estos temas”, cuenta el investigador.

La idea de Stolniker es reunir a un centenar de pacientes oncológicos que cumplan ciertos requisitos: que lleguen por derivación y que pasen un protocolo de admisión, aprobado por el Comité de Ética del Hospital Borda, que tenga depresión y/o ansiedad (o un trastorno de ese espectro) asociado a un diagnóstico de cáncer que ponga en riesgo su vida. Las personas con antecedentes de esquizofrenia o psicosis quedan excluidos. El neurocientífico Enzo Tagliazzuchi es su director y la investigación la hará en su laboratorio, COCUCO Lab.

“En 2016 me inspiró mucho un estudio que se hizo en la Universidad de Johns Hopkins donde se comprobó que se podía usar la psilocibina, un psicodélico de origen natural que producen los hongos psilocibe, para inducir experiencias de tipo místicas con fines terapéuticos. Vieron que de esta manera en la mayoría de los casos podían llevar a la remisión la depresión y/o ansiedad en pacientes oncológicos. Nuestro objetivo es replicar este estudio en la Argentina y mejorar el protocolo aún más para potenciar los beneficios y reducir los riesgos que de por sí son bajos. Nuestra hipótesis es que podemos lograr esto agregando retiros de meditación de silencio previos a la sesión con psilocibina.”

Está previsto que la investigación arranque el mes que viene. Pero Stolniker y equipo deben terminar antes una serie de trámites. Sucede que para traer la droga de Estados Unidos necesitan el aval del Ministerio de Salud y ANMAT. La psilocibina es, por lo pronto, una de las sustancias más controladas del mundo. Conicet le otorgó una beca por cinco años que le sirve para solventar parte del proyecto.

Conicet ya había financiado un estudio con psicodélicos. Ocurrió hace siete años cuando Tagliazzuchi, director de COCUCO Lab, junto a los investigadores Carla Pallavicini, Federico Cavanna, Federico Zamberlan y Laura de la Fuente, recorrieron con un electroencefalógrafo portátil para observar como actuaba en 35 personas la molécula N-dimetiltriptamina (DMT), una triptamina psicodélica de acción corta que se encuentra en estado natural en muchas plantas y animales. Aquí lo contó en detalle Revista Mate.

“Hay aproximadamente un 40% de pacientes que cuando tienen que enfrentar un diagnóstico de cáncer que pone en riesgo la vida sufren tristeza o melancolía, pierden el placer por las cosas que solían disfrutar, a veces pierden el apetito, pueden tener dificultades para dormir, pueden sentirse lentos, sin energía, sin capacidad para concentrase y a veces hasta llegan a pensar a terminar con su propia vida. Cuando al menos cinco de estos síntomas se mantienen por dos semanas o más estamos hablando de depresión mayor.”

¿Y cómo podría acompañarlas la toma controlada de psilocibina?

“El “cómo” es una pregunta importante y puede responderse de distintas formas. Desde la experiencia subjetiva de los pacientes te puedo decir que una experiencia intensa con psilocibina muchas veces les ofrece una nueva interpretación de cómo son las cosas y una renovada apreciación por la vida que tienen ahora. En los testimonios de pacientes que han tomado psilocibina y que he podido escuchar, los cambios en los síntomas de depresión tienen más que ver con una forma de sentir las cosas que de pensar.  
Con este estudio clínico tenemos la posibilidad de posicionarnos desde la Argentina como líderes en la generación de conocimiento en esta área, a la altura de prestigiosos centros de referencia en el mundo. Los trastornos del ánimo como la depresión mayor están aumentando en prevalencia en muchas partes del mundo y los tratamientos que tenemos para ofrecerles a los pacientes muchas veces no son efectivos. Creo que la psilocibina tiene el potencial para ayudarnos a enfrentar esta crisis de salud mental y a entender los trastornos del ánimo desde otra perspectiva, priorizando la experiencia subjetiva del paciente como mediador terapéutico por sobre los mecanismos biológicos.”

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