El Tribunal General de la Unión Europea confirmó la mayor multa antimonopolio de la historia: 4.125 millones de euros deberá pagar Google. Se trata de una multa que le impuso la Comisión Europea en 2018 por vulnerar la competencia en el mercado de los sistemas operativos móviles y los servicios de búsqueda.
La investigación tiene como eje la acusación por posición dominante. La empresa ofrecía sus aplicaciones y servicios móviles en forma de paquete conjunto, lo que impedía a los fabricantes acceder individualmente a la licencia de utilización de la tienda Play Store. De esa manera, Google se garantizaba que los fabricantes de teléfonos Android debieran preinstalar aplicaciones de la empresa como Google Search y Google Chrome. La práctica va en contra del capitalismo ya que no permite la libre competencia y afecta la posibilidad de innovación de los usuarios y fabricantes. El órgano europeo consideró que son ilegales los contratos que, desde 2011, Google utilizó para obligar a preinstalar esos servicios en los dispositivos móviles.
Google tiene una instancia más para apelar el fallo, al máximo tribunal de la Unión Europea, aunque por ahora no ha dicho cuál será la estrategia judicial que seguirá.
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